¿A quién de los que en estos tiempos estuvimos en una cancha como espectadores, en el banco de suplentes o trabajando no se nos ocurrió saltar al campo de juego para meterle un puntazo a la globa y hacer un gol o despejar el peligro sobre el arco; o bien tirarse detras del arquero vencido para atajar ese balón con destino de red?.
Pues bien, el público que el pasado miércoles 23/11 estaba en el estadio de Comunicaciones viendo el empate entre el local y Acassuso 1-1, presenció la "locura" que muchos desearíamos realizar: Detener un ataque rival que podía haber terminado en gol y victoria del adversario.
Guillermo Crudo, ayudante de Nardoza y entrenador de arqueros en Acassuso, salió del banco de suplentes, carpetita en mano, y se dirigió hacia el campo de juego para, como el mejor de los defensores del equipo del norte, cortar el ataque del equipo cartero que se iba al gol. Vaya uno a saber que "click" encendió la mecha para ingresar a los límites reglamentarios y cuál la apagó porque ni tocó la pelota, y como diciendo "yo no fui", se dirigió caminando por la cancha hacia el vestuario increpado por los jugadores de Comunicaciones pero con la misión cumplida. Lo que pudiera o no haber pasado por su cabeza ya no importaba; el beneficio para su equipo resultó de la mejor manera.
No nos podemos comer las "galletitas dulces" que después repartieron los implicados. Su jefe en el cuerpo técnico, Fabián Nardoza, dijo "me duele lo que ocurrió. Guillermo pasó detrás mío y me sorprendió lo que hizo. Estoy muy triste" (cuando en realidad podríamos entender: Crudo me sacó del horno porque se quemaba todo si perdíamos).
Los dirigentes de Acassuso, en una demostración de autoridad y juego limpio, se disculparon con sus pares de Comunicaciones por el comportamiento de su empleado y sancionaron al ex arquero de Deportivo Morón y Laferrere, con 15 días de descuento de sueldo y la prohibición de entrar a la cancha por varios partidos. Ejemplar !!!. Mi hermana sanciona más duramente a mi sobrinito de 4 años si se porta mal en el jardín de infantes.
Pero el implicado, Guillermo Crudo, declaró: "No sé que me pasó. Pido disculpas. Sé que perjudiqué a muchos. No volverá a pasar y acepto la sanción que me corrsponda". Otra vez cito a mi sobrino Paulo diciéndole a mi hermana que no lo va a hacer más para que le deje ver los dibujos animados en la tele. Esa es la imagen que viene a mi memoria escuchando al "intruso" entrenador de arqueros.
Seguro, todo bien, pero el error está cometido y el beneficio para su equipo consumado.
En mi opinión, que tuve la oportunidad de estar en el banco de suplentes y la ocasión de hacer lo mismo (confieso que alguna vez lo pensé pero no lo hice), la razón y la ética del DT y del futbolista que sí, aun existen, me lo impidieron; entonces concluyo que muy mal debe estar uno para actuar de la manera que lo hizo este profesional. A menos que, sabiendo lo que marca el reglamento en casos como estos, la maniobra estuviese preparada. Creo que no; me inclino por la primera opción.
El tribunal de disciplina tiene la última palabra. No hay casos así en los últimos tiempos aunque sí los hubo con otros presentes en el campo. La sanción debe ser ejemplar y, seguramente, bastante dura para Crudo.
Por su parte él debe serenarse, reflexionar e intentar reinsertarse en el trabajo de la mejor manera posible.
Alfredo Nicolás Armiento
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