EL GIGANTE QUE CAYÓ

Ya han pasado varias semanas y miles de palabras y comentarios sobre el histórico descenso de River Plate. Se comentaron supuestos pases de factura desde la AFA a Pasarella, arreglos extrafutbolísticos para que esto suceda y para que no suceda también. E incluso hay causas judiciales en curso después del partido jugado en el Monumental que decretó la baja de categoría de la banda roja.

Ahora bien, ¿Alguno se preguntó y analizó el por  qué de esta situación?; ¿Por qué el club que más jugadores vendió por sumas que superan largamente los 100 millones de dólares debe casi el doble de ese dinero?,¿Dónde están los dirigentes que convirtieron al "millonario" en un "pordiosero"? y ¿en qué quedaron las auditorías que se realizaron a pedido de las autoridades actuales?.
Vamos por partes: En materia deportiva se fueron dando una serie de malos resultados en las últimas temporadas donde se regalaban jugadores, se traían otros para completar el plantel y no para reforzarlo y los distintos cuerpos técnicos no supieron manejar las situaciones internas. Menos ordenarlo en la cancha.
En lo institucional, el club se había politizado demasiado con Aguilar, quien armó una barra brava para apoyarlo en su gestión y luego no pudo pagarles lo prometido ni supo controlarlos.
El resultado salta a la vista: Causas judiciales, asesinatos, banderas políticas en las tribunas y todo lo que se les ocurra. Para mejor, el actual presidente intentó pasar la escoba y terminó haciendo lo mismo intentando negociar lo que no se puede.
Pero lo más grave es que el "millonario" no supo como manejar el dinero que producía. Solo le quedó el apodo. No hay un peso para nada. Más de 30 millones de pesos de deuda con el plantel profesional, la mitad de los juveniles y jugadores del club están vendidos en fracciones a empresarios y representantes inescrupulosos y a "amigos". ¿Amigos?, ¿de qué?. Las otras actividades del club no generan muchos ingresos y el famoso fondo de inversores no se puede concretar en forma legal.
Toda esta mezcla rara en la que Pasarella intenta meter mano para ver si rescata algo, hizo que el presente de River no sea otro que éste: Jugar la B Nacional.
Será un desafío realmente. Ahora se verá el temple de su gente; se verá quienes son sus verdaderos hinchas y cómo se arreglaran con mucho menos dinero (aunque FPT ya está viendo la manera de arreglarlo y Grondona, obvio, lo permite). Es el momento de aprovechar para generar nuevos ingresos en esta novedosa e impensada situación; pagar deudas y seguir trabajando en las inferiores como se debe. Es momento de decantar todo lo nocivo (desde barras hasta empresarios y dirigentes corruptos) para que solo quede lo útil para el club.
Todo el fútbol argentino quiere a River Plate en primera, pero ganando ese derecho deportivamente. Todos quieren ver un "nuevo River".
Deseamos, como futboleros, que sepan aprovechar este duro momento, aprender de los errores pasados y no volver a cometerlos. Mucha suerte.

                                 Alfredo Nicolás Armiento