NUEVAMENTE VAMOS DE VISITA....¿A DÓNDE?

Era hora; había que ponerse los pantalones largos y tomar medidas que nuevamente le den color al fútbol de ascenso. Era el momento de hacerle ver a ciertos organismos de seguridad, o de inseguridad, ya no lo sé en estos tiempos que nos toca vivir, que quienes manejan el fútbol son los clubes y la AFA.
Desde hace cuatro largos años el público del ascenso no podía seguir a su club de visitante por temor a más actos de vandalismo que ocurrían, partido tras partido, y cuya responsabilidad se le endilgaban a los clubes y no a quienes debían ofrecer seguridad y, a cambio de ello, creaban más confusión e inseguridad.
La mayoría de estos actos sucedían en Capital y Provincia de Buenos Aires, pero las Instituciones del interior se solidarizaron con sus pares de estos pagos. Así se vieron "clásicos del ascenso" sin el color y el calor que el público les pone.
Pero con sus ganas de figurar y de hacer campaña para encaramarse al sillón mayor de la AFA, el señor Daniel Vila, mandamás de Independiente Rivadavia de Mendoza, tomó la iniciativa y la jugada le salió muy bien.
Aprovechando la presencia de River en el ascenso y todo lo que el equipo de Nuñez significa para el fútbol de nuestro país, el empresario de medios de comunicación, hizo que un sector del estadio Malvinas Argentinas sea para el público "neutral", que no es hincha de la "lepra mendocina", y pueda ver a River jugar en la provincia cuyana. Claro, se llenó de hinchas millonarios (o ex-millonarios). No tenían que tener identificación alguna con el visitante (camisetas, banderas, etc.) pero este punto quedó en el olvido cuando comenzó el partido y con público de River Plate. Sí señor, volvieron los visitantes a los partidos del ascenso.

               (foto tomada de la hinchada de San Martín de Mendoza en un clásico provincial)

Ahora bien, todos queremos que la gente tenga la libertad de presenciar el partido que desee. ¿Pero están todos de acuerdo en recibir a la hinchada visitante en sus estadios?. ¿Están todos preparados para volver a las viejas épocas de la fiesta del fútbol de los sábados?. Parece que no. Al menos eso se reflejó en la reunión del día martes en AFA.
Si bien el Señor Grondona, en un acto que le costó mucho, felicitó al señor Vila por su iniciativa y también varios de sus pares, hubo otros que lo querían matar, literalmente. Fue el caso del señor Armando Caprioti (¿Todavía sigue dando vueltas por AFA?) que ahora representa a Guillermo Brown de Puerto Madryn.
Cuando el mandamás de AFA se retiró por una reunión prevista, Caprioti apagó su humeante pipa, se aflojó la corbata y lo increpó al mendocino diciendo que "no podía cortarse solo en esto sin haberlo consultado antes con sus pares", y, refloreciendo su amor por Chacarita, dijo que "el "funebrero" no está en condiciones para recibir visitantes y otras instituciones tampoco". No pasó de las palabras, ya que otros aquietaron las aguas y don Armando volvió a encender su pipa.
Si bien Caprioti es impresentable a esta altura (deambuló por la casa del fútbol representando a Chacarita, Berazategui y a él mismo), sus palabras no están ajenas a la realidad. En ciertos casos tienen la razón del rearmado de ciertos clubes.
Veamos el caso Chacarita: Está haciendo su nuevo estadio. Solo se encuentran habilitadas una platea y un tribuna cabecera, es decir, solo puede recibir al público local. El resto aun está en construcción. Deportivo Merlo, otro caso, tiene capacidad para 9000 personas en su nuevo y coqueto estadio; muy poco para "grandes" de visitantes. Podemos seguir enumerando casos como Atlanta (aun no tiene la totalidad de su estadio habilitado), Alte. Brown (falta habilitar una cabecera y sus propios hinchas se pelean), Nva. Chicago (caso similar al de Brown), y así podríamos mencionar a muchos más, sobre todo de la C y la D.
Ni que hablar del tema político en esto!!!. Desde el Gobierno le dijeron a Grondona que vaya para adelante; desde el Coprosede (organismo de inseguridad) pusieron el grito en el cielo. Perez, su mandamás y responsable de jugar partidos en cualquier momento, no quiere saber nada con la vuelta del público visitante. Es obvio, ahora los cientos de efectivos que pasaban una tarde de sol tendrán que trabajar realmente.
Pero la felicidad de quienes siguen a sus equipos en el fútbol de ascenso no será completa si no se toman ciertas medidas. Los clubes y sus responsables tendrán que mirar muy bien el comportamiento de su gente, ya que todos queremos que el hincha verdadero, aquel que paga su entrada y apoya al equipo, vaya a todas las canchas en las que juega su club, pero ¿qué vamos a hacer con esos barras bravas disfrazadas de hinchas?. Dirigentes y autoridades saben quienes son. Es hora de denunciarlos y sacarlos definitivamente. La familia y los chicos se acostumbraron a concurrir a su estadio y ver tranquilos el partido. Queremos que esto siga, no que los violentos e inadaptados vuelvan a sus andadas.
Humildemente, desde esta página, hacemos algunas sugerencias:
-Hasta que se compruebe que el comportamiento de los hinchas es correcto, que cada club decida si a su estadio van o no los visitantes.
-Que quienes concurran sean "hinchas de verdad" y  obtengan su entrada antes de ir al estadio.
-Qué el número de visitantes sea acotado en un principio y acrecentado a medida que los estadios puedan recibirlos y se compruebe su buen comportamiento.
-Identificar a los "caracterizados" que concurran, ya que no todos los de una barra son violentos o delincuentes.
-No mezclar a quienes van a trabajar en el estadio (periodistas, árbitros, jugadores, veedores, etc) con los hinchas, ya que muchas veces ante la confusión, no nos permiten trabajar como se debe.
-Que, para que el fútbol de ascenso vuelva a ser la fiesta de los barrios y de la familia, se denuncien a aquellos que no guarden el normal comportamiento en un estadio.
-Que la policía haga su trabajo correctamente y no entorpezca, con su mal accionar, lo que debe ser una fiesta.
Podríamos enumerar muchas más aunque de nada servirían si los responsables de la organización no cumplen las primeras y fundamentales premisas: Velar por la seguridad de los protagonistas, brindar comodidad al espectador y SACAR A LOS VIOLENTOS que todos conocen.
Si es así, bienvenido nuevamente el público visitante al fútbol de ascenso; sino, seguiremos como hasta ahora. No nos olvidemos que el fútbol es, en cierta forma, reflejo de una sociedad y, en nuestra sociedad actual, no vivimos tiempos muy tranquilos.
Que todo sea para bien.

                          Alfredo Nicolás Armiento