Pese a la solicitud de los estamentos de seguridad gubernamentales y al pedido de la Presidente de los argentinos (aunque había "acariciado" a los violentos en sus insoportables cadenas nacionales) hacia los dirigentes para identificar a aquellos barra bravas, violentos y con causas judiciales, para "colocarles" el derecho de admisión, los "dueños de la pasión" (según CFK) siguieron haciendo de las suyas.
Varios hechos se dieron este fin de semana. Y no la clásica de "peleamos contra los rivales", sino entre ellos mismos por internas inentendibles hasta para los verdaderos hinchas de esos clubes. Vamos a los principales casos:
En la dividida parcialidad de Almirante Brown, la fracción de "Los Mostros", la más nueva de las tres, cometió desmanes antes del ingreso al estadio, en cercanías al polideportivo, y dentro del estadio mientras jugaba Almirante frente a Crucero del Norte. El motivo: Pocos lo saben realmente; pero si se sabe que a principios de año uno de sus miembros fue baleado y hubo juramentos de venganza. Además, parece haber cierto negocio oscuro relacionado con drogas entre algunos de sus integrantes. Se mostró una bandera, que fue foto en muchos suplementos de ascenso de los diarios, en la que se leía la inscripción "Muerte a los Traidores". ¿Quiénes son los traidores?. Esa respuesta solo la conocen los que participan en esa interna. Pero es un aviso para las autoridades: Algo más grave puede pasar.
Demasiado trabajo han tenido los dirigentes de Berazategui para cumplir con las obras, solicitadas por la seguridad, en su estadio. Rejas y alambrados nuevos, paredes altas dividiendo sectores, entre otras tantas cosas, fueron cumplimentadas. Después de deambular por varios estadios, el equipo del "Lobo" Zerrillo volvía a ser local en el Norman Lee. ¿De qué sirvió tanto esfuerzo de los que realmente quieren a Berazategui?. El grupo de inadaptados de siempre hicieron que el partido estuviera suspendido durante 15 minutos por una pelea iniciada en el seno de su barra. Sin motivos aparentes comenzaron los disturbios. Solo se sabe que hay dos ¿personas? que se disputan los favores de la política en la distribución de planes sociales. Y eso que dicen que no hay "punteros" en nuestro fútbol !!. Miren, sino, a los violentos del naranja.
Lo cierto es que el club puede tener, una vez más problemas y un estadio clausurado. ¿De qué sirvió tanto esfuerzo de los que quieren hacer algo por la institución?.
El caso que más sorprende, no por lo violento sino por aquello que lo rodea, es el de Deportivo Merlo.
Tiene un gerenciamiento que hizo bien las cosas y llevó al "charro" a la B Nacional. Hasta remodeló el estadio para jugar de local sin tener que dilapidar en alquilar otros estadios. Pero hay cosas que los superan: La interna familiar entre cuatro hermanos (uno retirado que trabaja, otro preso y dos que siguen haciendo de las suyas). Estos "chicos" nunca leyeron el Martín Fierro.
Caio y Dante Salazar son hermanos y enemigos a muerte. Uno, Caio, "trabaja" para el municipio de Merlo para que éste tenga ingerencia en el club como lo hace la gente de Othacehé en Argentino y en Midland. Recibe 200 entradas para la reventa y favores "oficiales" de la política. El otro, Dante, ha tenido problemas por la droga y sigue la política de su padre (ex jefe de la barra) de ser el único sin negociar nada.
Lo cierto es que ya fueron varios los enfrentamientos y hasta hubo baleados: Su propia madre.
Según ella, "esto va a terminar cuando uno mate al otro". Vaya familia !!!. Pobre Deportivo Merlo !!!.
Para ir finalizando, esta vez la parcialidad de Chacarita, pese a los malos resultados hasta ahora, no cometieron desmanes, pero uno de sus integrantes, el alias "Chucky", fue detenido al ser encontrado en un local donde guardan las banderas, con cantidad de drogas para la venta y armas. Estaba junto a otros que, según dicen, no pertenecen a la barra funebrera. Sea como fuere, tendrá que dar explicaciones a la Justicia. Seguramente aparecerá algún "padrino" y tendrá libertad para ir a la cancha porque no está en la lista de derecho de admisión.
Si los periodistas sabemos sus nombres y hasta recibimos amenazas anónimas si los mencionamos,¿Es posible que no actúen de oficio los responsables de la seguridad para armar las listas del famoso derecho de admisión?. Digo esto porque no todos los dirigentes se comprometen, como debieran, en confeccionarlas.
Sí, podemos asegurar, que muchos colegas de prensa están en "listas negras" de algunos clubes porque a sus dirigentes no les gustan sus opiniones o que los mencionen como relacionados con los violentos.
La violencia enquistada en nuestro fútbol de ascenso parece no terminar jamás.
Alfredo N. Armiento
No hay comentarios:
Publicar un comentario