No hay respuestas para afrontar la muerte de un jugador de fútbol en el transcurso de un partido. Es lo que ocurrió el martes en cancha de Laferrere al promediar el primer tiempo.
Hector Sanabria, delantero de Laferrere, se desplomó en el campo de juego mientras su equipo jugaba contra Gral. Lamadrid. A los pocos segundos, le pidió a Peralta Salinas, jugador del rival que estaba más cerca suyo, ayuda y que llame a los doctores porque "se sentía mal". Inmediatamente, él y otro jugador del "carcelero" intentaron auxiliarlo y, rápidamente, el médico ingresó al campo para atenderlo.
Prestados los primeros auxilios, Sanabria fue trasladado al Hospital más cercano, y hubo que reanimarlo en la ambulacia y en el nosocomio hasta que no se pudo hacer más nada. Fue muerte súbita. Lamentablemente no es el único caso, no solo en nuestro medio sino también en otras canchas en el mundo.
La verdad es que no alcanzamos a comprender muy bien las razones de estos acontecimientos. Se trata de jugadores de fútbol de alta competencia (aunque sea Primera C o D, también lo es) y cada uno debería estar controlado antes de entrar a jugar un partido. La mayoría en nuestro medio lo están, pero los de categorías menores del ascenso y de ligas del interior tal vez no.
Muchos clubes en su cuerpo técnico poseen médicos, kinesiólogos, y otros profesionales que velan por la salud de los jugadores.La realidad económica de otros hace que ésto pase a un segundo plano y esperan la presencia de un médico y de la ambulancia municipales. Ni hablar si mencionamos que tendría que haber un desfribilador en cada estadio.
La AFA tiene un centro bien equipado para los controles y Futbolistas Argentinos Agremiados posee un centro modelo para la atención de sus afiliados. Entonces, ¿Por qué hay clubes que no recurren a dichos lugares a pedir ayuda para el control de la salud de sus jugadores?. Y si concurren, ¿Por qué no se la dan?.
En la C y en la D, mencionando los directamente afiliados a la casa del fútbol, vemos que hay partidos que se retrasan por la falta de médicos. Muchos de los integrantes de estos equipos no tienen una prepaga u obra social en la que puedan controlarse debidamente. Y por más que hubiese varios médicos en los estadios, ¿Qué pueden hacer si no tienen en ese momento los elementos necesarios?.
Más allá de no poder preveer casos de muerte súbita, el poseer los elementos adecuados puede favorecer a evitar más problemas de este tipo. "Pero los costos son muy altos", manifiestan varios dirigentes. Y la pregunta que surge es: "¿Es más importante un puñado de billetes que la vida de un deportista que representa al club?". Parece que sí, según los dichos de varios.
La Primera C es considerada semiprofesional y la D no. Eso no da lugar a dejar desamparados a los jugadores. Agremiados, que siempre aparece cuando hay que cobrar deudas, tendría que velar, también, por la seguridad física de ellos. ¿O porque no pagan una cuota por no tener contrato registrado no pueden ser atendidos en sus instalaciones?. Son jugadores de fútbol igual que cualquiera que está en Primera División. Espero que tomen nota de ésto.
Los clubes de las categorías menores, ¿Por qué no implementan las medidas necesarias para cuidar a quienes los representan? (Muchos sí lo hacen). Es preferible gastar en los jugadores que en darle dinero a delincuentes llamados barrabravas. Y el gasto de armar correctamente un consultorio médico y equiparlo es algo que permanecerá en el club que se irá prorrateando con el tiempo.
Hace unos años tuve la oportunidad de hablar con el Dr. Norberto Debbag. Cardiólogo y facultativo de Atlanta, que implementó cursos para los mismos jugadores para poder brindar auxilio en caso de ocurrir algún inconveniente como el del martes. Varias instituciones pidieron la información y trabajaron en ello, pero algo que tendría que ser común no se pone en práctica.
Otro médico, Gabriel Del Río, de J.J.Urquiza, manifestó "que se habilita a jugadores solo con los estudios básicos", pero él realiza otros más complejos para la alta competencia. Esto nos lleva a pensar que si hay clubes como J.J.Urquiza, de la C, que trabaja bien en este tema y gasta lo necesario en realizarlo, ¿Por qué no lo hacen todos?.
Otro de los temas a analizar es el de la cobertura médica para los jugadores de las categorías consideradas no profesionales. Si el integrante de un equipo debe estar federado, ¿Por qué Agremiados no le brinda una obra social y atención en su centro médico?. Nadie pide que le hagan una cirugía estética, solamente que le realicen los controles necesarios que lo habiliten a jugar en la alta competencia.
No es la primera vez que esto ocurre; espero que sea la última. Los costos no son elevados si los comparamos con las vidas de deportistas que se pueden salvar.
Que tomen nota todos los responsables de nuestro fútbol.
Alfredo Nicolás Armiento
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