Hace solamente unos meses, Almagro pudo haber logrado el ascenso; se le escapó desde los doce pasos ante Brown de Adrogué. Lo más destacado fue el gran aplauso que le brindó la hinchada tricolor a los jugadores y a su DT, Carlos Mayor. El equipo terminó siendo uno de los que mejor jugó en la segunda rueda cuando muchos pensaban que no pasaría la mitad de tabla por lo hecho en la primera parte del torneo.
Para esta temporada hubo varios cambios de jugadores y una fuerte apuesta al fútbol juvenil. De manera inteligente, y por lo demostrado, el presidente Juan Carlos Carinelli y la CD le ofrecieron seguir a Carlos Mayor y a su cuerpo técnico. Sabían que iba a ser distinto, más duro y, nuevamente, tendrían que ir de menor a mayor. A eso apostó Almagro.
Nuestro fútbol es exitista: Si se gana, no importa la forma, está todo bien; si se pierde, aunque sea jugando bien y pese a un proyecto, todo viene mal. En Villa Raffo demostraron que puede haber matices distintos.
Los resultados no ayudan al equipo pese a que hubo pequeñas rachas positivas. La ubicación en la tabla no es la mejor, pero el trabajo se sigue viendo.
Por la mala racha, y como sucede en todo el ambiente futbolístico nacional, el DT presentó la renuncia para dejarle las manos libres a la directiva si deseaban cambiar el rumbo. Era natural que esto sucediera, pero lo raro es que nadie quiso que Mayor se fuera. Y, desde mi punto de vista, está bien.
Después de una nueva derrota ante Platense, el técnico decidió renunciar. El apoyo de los jugadores y de la directiva tricolor hizo que siguiera en su cargo. "Esto es sin plazos", dijo el presidente Carinelli, quien continuó diciendo que "en su momento Mayor era el mejor técnico de la categoría. Por una serie de malos resultados no vamos a dejar de confiar en su trabajo. El campeonato tiene 42 fechas y al DT lo elegimos para esas 42 fechas". Más claro, lávelo con lavandina.
Está bien lo que decidió la gente de Almagro. No se olvidan de lo que alcanzaron en la temporada anterior de la mano de un hombre trabajador y de bajo perfil. Mucho más después de otro mal resultado ante Barracas Central. Esta vez, el resultado fue algo mentiroso por lo visto en el campo de juego pero, por si hay dudas, la despedida fue al cántico de "..oy, oy, oy, oy, es el equipo de Mayor".
Por su parte, el técnico agradeció el apoyo de todos y dijo que "hay ganas, apoyo y material para revertir esta situación".
El apoyo se vio. Mayor sigue, y Almagro, seguramente, encontrará la racha positiva que necesita.
Alfredo Nicolás Armiento
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