BALDOSA FLOJA (EL MONSTRUO DE LAMADRID)
(En este relato se incluyen frases pertenecientes al tema "Pabellón séptimo" (Relato de Horacio) de Carlos Solari).
CAPÍTULO 1: PRIMICIA
El llamado despertó al inspector Francisco Bauzá, cuando se aprestaba a ir a su oficina en la Comisaría 41. El oficial le dijo que habían encontrado ahorcada a una joven mujer en la Plaza Ricchieri, concretamente en la intersección de Varela y Quevedo. A ojo de buen cubero (nada que ver con el defensor) dos cosas llamaron la atención: La mujer estaba rociada con lavandina y que una nota dejada al lado del cadáver decía: "ME ASFIXIO DIOS", y firmaba NAZARRE. Agregaba una posdata: HABLEN CON PAREJA. Bauzá y sus ayudantes, detectives Cortina Durá y Lescano, buscaron los archivos para dar con esos apellidos, pero no había ninguno llamado así. Mientras tanto, pasaban los colectivos 25, 109, 124 y 47.
CAPÍTULO 2: PASOS EN FALSO
Una semana después, hubo otro caso: En la esquina de Pareja y Lastra, cerca de la General Paz. Esta vez la víctima estaba quemada y una nota decía: "UNA EXPLOSIÓN Y NOS QUEMAMOS VIVOS". Y firmaba: "ENRIQUE VI"... Bauzá, Lescano y Cortina Durá estaban desconcertados: Al único Enrique VI que conocían era a un lejano rey inglés, que había peleado contra los franceses en tiempos de Juana de Arco (para Lescano, "todo tenía que ver con todo", mientras que Cortina Durá no creía tan instruido al chorro). Para más confusión, encontraron el dije de un equipo de fñutbol arrancado de un colgante, una baldosa rota (supuestamente para golpear la cabeza) y un tarro de lavandina.
CAPÍTULO 3: DESCONCIERTO
A la siguiente semana, una joven fue degollada, y un anónimo llamó a la 41 diciendo: "FUERON DIEGO ROJAS Y MATEO MARTÍNEZ". Buscaron ambos sospechosos... pero encontraron que eran los nombres de una esquina donde justamente apareció el cadáver. Al lado decía la nota "SE DEGOLLÓ POR MIEDO", y detrás: "NOS VEMOS EN NUEVA YORK". Un testigo contó que vio a un hombre, vestido con una campera de fútbol azul oscura, buscar el colecetivo 47, con una botella de lavandina en la mano...
CAPÍTULO 4: EUREKA
Bauzá, Lascano y Cortina Durá no daban pie con bola, hasta que una madrugada, cuando estaban en un callejón sin salida, observaban el mapa del barrio y encontraron que los nombres eran en realidad de calles del barrio. Luego, por casualidad, escuchando un tema del Indio Solari "Pabellón séptimo (Relato de Horacio)", se dieron cuenta de que las frases de las notas eran de ese tema musical... Así que había ya dos cosas: Era vecino del barrio y había estado en cana. Estaban pensando cuando recibieron el alerta de una mujer que estaba siendo golpeada en la calle Naciones Unidas esquina Pedro Lozano. No lo creyeron porque decían que atacaría en Nueva York, pero Cortina Durá, el más despabilado del grupo, les dijo claramente que "las NACIONES UNIDAS están en NUEVA YORK". Así que Bauzá y Lescano fueron a la calle Nueva York, y Cortina Durá a Naciones Unidas. Y este último tuvo más suerte, porque salvó a la mujer que sin embargo estaba muy golpeada y en la vereda una nota decía: "ASÍ TE QUIEBRAN". Lascano alcanzó a tomar una foto, con su celular, del agresor que huía hacia el 47.
Al cotejar datos, descubrieron en los archivos la siguiente ficha:
"Ladislao Medrano, 55 años, ex chofer de la línea 47, ex jugador de fútbol, alias Baldosa (por que no tenía nivel con la pelota), preso en el penal de Villa Devoto por agresiones y asaltos, misógino y con aires de místico, se gana la vida vendiendo artículos de limpieza. Se lo vio últimamente en la localidad de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires". Había otro dato clave: Era barrabrava del Club General Lamadrid y se lo veía siempre en el estadio Enrique Sexto. Cortina Durá miró la página de ascenso de "Crónica" y ese sábado Lamadrid era local y recibía a Ituzaingó.
CAPÍTULO 5: JAQUE MATE
En el estadio de Lamadrid, Bauzá, Cortina Durá y Lescano se hallaban distribuidos en varios sectores. Todo parecía normal, no había nada extraño. Pero cuando miraron en la tribuna de Bermúdez, donde solo había una decena de allegados visitantes, lo encontraron a Medrano. Advertidos, fueron a buscarlo, Medrano abrió el portón, enfiló por Pedro Lozano y corrió desesperadamente en línea recta, dobló a la derecha en Lope de Vega, sacó un arma y disparó a los tres policías, pero sintió el aguijón de un balazo policial en la pierna. Siguió corriendo hasta el puente, cuando allí vio que lo esperaba un patrullero cerrándole el paso, dobló en Asunción y se fue a la colectora...
Nunca se supo qué pasó después: Según Cortina Durá se tiró del borde del puente y cayó al pavimento, según Lescano se pegó un balazo al verse rodeado, y según el inspector Bauzá, murió al resistirse en el tiroteo, y luego cayó a la colectora baleado.
En lo que los tres coincidieron, es que le oyeron decir, antes de morir: "NADIE ES CAPAZ DE MATARTE EN MI ALMA".
José Galoppo
Nota: Las ilustraciones, mapas y fotos fueron obtenidas con el buscador de Google. A sus autores les agradecemos.
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