Ascenso con Estilo recibió su invitación y, pese a la hora (11:45), estuvimos ahí.
La charla giró en torno a la experiencia británica con los "hooligans" y como se logró erradicarlos y tener, hoy, estadios sin alambrados y con espectadores sentados. Chris Whalley contó las experiencias sufridas en Sheffield, con hinchas del Liverpool y de aquella final en Bélgica por la que los ingleses sufrieron la suspensión de la UEFA por cinco años. Resaltó la voluntad de autoridades políticas y dueños de clubes (en Inglaterra son sociedades anónimas) para terminar con el flagelo y reincorporarse al fútbol europeo. Se logró.
Lo que no sabía este inglés era el presente de la violencia en nuestro medio. No encontraba semejanzas entre lo ocurrido en su país y lo que pasa en estas tierras. Sorprendido, llegó a decir que "en Inglaterra a ningún político se le ocurre contratar hooligans para sus trabajos", y manifestó que "ellos (los hinchas) hacían todo en nombre de sus colores y no por pedido de otra gente". Y bueno, habrá que creerle porque no estuvimos allá.
El que fue muy gráfico en la reunión fue Oscar Ruggeri. El campeón mundial del 86 comentó sus experiencias, tanto en San Lorenzo como en Independiente, y sus peleas con barras cuando le fueron a pedir dinero a los jugadores. Fue muy claro al explicar como operaban los delincuentes y el tipo de amenazas que hacían.
No faltó ocasión para mandarle algún mensaje al presidente de AFA, Julio Grondona, cuando dijo que "si alguien hace mil años que está en un lugar, nada va a cambiar".
Hablando del jefe de la casa del fútbol, no pasó desapercibido.
Ante consultas de los periodistas, luego de la charla, Grondona estalló cuando le preguntaron "qué hacía él para frenar esto" y "por qué no hacían algo si los conocían". Obvio que negó conocer a barrabravas y dijo que "siempre luchan contra ésto", que "para eso hay leyes hechas".
El circo se abrió cuando, visiblemente ofuscado, interrogó al periodista preguntándole "¿Por qué no vienen ustedes a hacer cumplir la ley". El periodista le dijo que no tenía autoridad, a lo que Grondona respondió diciéndole "si está tan preocupado, vení vos y resolvelo. Yo te doy el cargo". Las miradas de funcionarios y del resto de los presentes ocultaban risas y sorpresa.
Sin inmutarse, el eterno presidente de AFA se retiró balbuceando: "Ustedes los conocen como nadie y son parte de esto. Vengan a resolverlo". Una estupidez tan grande como martillar un clavo cubriéndolo con la mano.
Sí, es verdad que muchos periodistas conocen a barras y algunos tienen relación con ellos. También es cierto que esos periodistas tienen miedo. Más si los investigas. Ahora bien, si los conocemos nosotros, seguramente los dirigentes capitaneados por Don Julio también; y más que nosotros porque muchos negocian con ellos.
De una buena vez, ¿Por qué no se suben los pantalones, denuncian quienes son y se enfrentan a los políticos que los protegen?. Claro, eso sería en otra Argentina; no en ésta.
El foro finalizó y, realmente, muchas cosas en claro no me quedaron.
Alfredo Nicolás Armiento
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