Aprietes en el vestuario. El llanto del presidente por la derrota. Varios jugadores "marcados" y otros que no aguantan más la situación. Pese a todo, Platense sigue en puestos de clasificación al reducido para pelear por un ascenso a la B Nacional. Situaciones repetidas que se dan en el "mundo calamar".
Si al comienzo de un campeonato de la Primera B nos piden mencionar a los candidatos, nadie dejaría afuera a Platense. Mucho menos si el equipo está conformado por nombres de peso en la categoría, buenos jugadores y apoyados por una multitud. La campaña actual, con los altibajos que tienen todos los equipos en un torneo largo, no deja de ser buena y lo tiene, hasta el momento, clasificado para jugar el "reducido".
El pasado sábado, Platense enfrentó a Nueva Chicago, el puntero que muestra pasajes de buen fútbol, en Mataderos. No era buena la presentación, ya que, al finalizar el primer tiempo, el "torito" ganaba 2-0.
Lo insólito llegó en el entretiempo. Se supone que en el fútbol argentino no puede ir el público visitante, solamente la prensa, también la partidaria, y algunos allegados al plantel (dirigentes y familiares) que deben identificarse y acreditarse antes del encuentro. Pero esas suposiciones quedan en la nada cuando vemos, partido tras partido, quienes son los "allegados".(La CD de cada club sabe quienes van a acompañar al equipo de visitante).
Decimos "lo insólito" porque hubo gente de Platense (¿barras, tal vez?) que irrumpieron en el vestuario, durante el entretiempo, y amedrentaron a los jugadores porque no estaban "poniendo lo que hay que poner" para ganar. ¡ Y en la cancha de Nueva Chicago !.
Uno entiende, aunque no lo comparte, que algún dirigente ingrese al vestuario para interiorizarse de algún tema sobre el juego, pero que entren "allegados" que ni el presidente los conoce (según sus palabras) es muy raro. Además, quienes tenían a cargo la seguridad en ese sector hicieron "la vista gorda", y eso es lo más grave. ¡ Entró al vestuario gente de Platense que jugaba de visitante !. Esto es grave.
Solamente quienes estuvieron allí saben, a ciencia cierta, como fueron las cosas. Según trascendidos, hubo un "apriete" al equipo por su rendimiento y fuertes cruces de palabras con varios referentes del plantel.
Como si nada hubiese pasado, estos individuos se retiraron y regresaron a sus lugares. Nada ni nadie los detuvo. El partido terminó con un 3-1 a favor del puntero. Lo peor para el "calamar" estuvo después.
Gonzalo Peralta, el capitán, salió decidido a rescindir su contrato y alejarse del club. Manifestó el defensor que "hay límites en la vida y yo los tengo". Otro que seguiría su camino es el arquero uruguayo Claudio Flores, quien recordó que ya pasó por esto en Lanús y no estaba dispuesto a soportarlo nuevamente. Por su parte, Rodrigo Pepe y Sebastián Matos, quienes tuvieron fuertes cruces con los "allegados", marcaron sus diferencias y estarían dispuestos a alejarse también. Y, quien más tuvo que soportar, fue el defensor Facundo Talín, de quien el mismo presidente Villariño dijo "estar desilusionado".
Hay que ver cómo quedan las relaciones en el grupo comandado por el "gallego" Méndez luego de esta "apretada", aunque se sabe que no todos tienen buenas migas con el entrenador.
Pedro Villariño manifestó no conocer a los barras y se desligó de la irrupción de "allegados" al vestuario, pero no ahorró palabras al decir que armó un equipo para ascender y que "depositó muchas esperanzas y confió mucho en este plantel que terminó desilusionándolo, especialmente Facundo Talín". Además, se lo vió romper en llanto al ver consumada la derrota ante Chicago.
Hasta aquí, contamos lo ocurrido en el vestuario visitante en el estadio de Nueva Chicago. Mucho que arreglar por Vicente López.
Ahora bien, a nosotros los periodistas, para ingresar a un estadio a trabajar, nos piden la solicitud de acreditación en la que consta nuestra función, nombre y DNI. Además nos revisan todos los elementos de trabajo y, si lo aceptan, nos permiten acceder al palco de prensa en el que no siempre tenemos lugar, no por escasa capacidad en algunos estadios sino porque está lleno de "allegados" que nadie sabe que función cumplen. Para que vayan algunos a acompañar a un equipo, ¿no se les solicitan los mismos datos?. Y si se los piden, quien llena la planilla de "allegados" es la Comisión Directiva del club o su Dpto. de Prensa al solicitar las credenciales para el ingreso. Entonces, que no me vengan con el verso famoso de "yo no sé quienes son los barras o los individuos que producen problemas", porque existen, y alguien los lleva y los protege. Y esto no lo escribo solo por Platense, también por muchos otros clubes.
Señores dirigentes, no se laven las manos o se hagan los desentendidos. Hay que ponerse los pantalones largos y tomar las medidas necesarias.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.
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