Ya cansa. No lo soportamos más. Pero con la violencia y la inseguridad que se vive a diario en nuestra sociedad, no puede ser de otra manera lo que se vive en el fútbol.
Patotas de delincuentes impunes (no se animan a aparecer solos), exigen todo lo que se le ocurre y tienen zonas liberadas para hacer sus negocios. Los hay en todos los clubes, en todas las sociedades y, tanto usted como yo, nos los cruzamos en cualquier lado sin saberlo.
Decidimos que en estas páginas, salvo que sea un acontecimiento imposible de evitar y de mencionar, no le vamos a dar detalles de cada acto delictivo relacionado con el fútbol. Al fin y al cabo, siempre reiteramos lo mismo y los culpables siguen sueltos y haciendo de las suyas.
Sí mencionaremos, tipo reporte, lo ocurrido en la semana sin entrar en detalles y dejando nuestra opinión.
En la semana anterior, posterior al hecho sufrido por el presidente de Los Andes y a la interna de la barra de Quilmes, incendiaron un patrullero que custodiaba la casa del presidente de El Porvenir (Enrique Merelas) y atentaron contra el domicilio del presidente de Chaco For Ever (Héctor Gómez).
El primero culpó a aquellos que desean quedarse con el club, y que no pudieron presentarse a elecciones, aduciendo la protección que les da el Intendente de Lanús (Darío Díaz Pérez), de conocida militancia política opuesta al presidente de El Porvenir.
Por la provincia del NEA, Gómez comentó que es la quinta vez que atentan contra su persona y lo atribuyó a temas que vienen de antaño y a gente del Club Sarmiento que, políticamente, responden a Capitanich y a los jefes de la barra de su club que fueron "convencidos" por estos inescrupulosos (tomado de las palabras del damnificado).
Ni que hablar de lo que hizo la barra quilmeña (de la agrupación Jauretche y de Hinchadas Unidas Argentinas) y de la verborragia de su presidente, el Senador Aníbal Fernandez, que niega todo vínculo con los violentos pero se ven fotos que lo comprometen.
Con su incomprobable intención de solucionar el tema, el Ministro de Seguridad Bonaerense, Alejandro Granados, sumó un nuevo asesor: Oscar Bazán Vera. Sí, el hermano de quien fuera goleador del ascenso y representante del mismo.
Se hizo amigo del "Sherif" cuando su hermano jugó en Tristán Suarez, conoce el tema de los barras como nadie (tiene lazos con la de Almirante Brown) y se lo relaciona con actos de una facción de los de Casanova.
Se comenta que realiza tareas de inteligencia para evitar problemas en las tribunas y se lo ha visto (a Oscar Bazán Vera) en varios estadios de la provincia. Desde el Ministerio de Seguridad comentaron que las tareas del nuevo asesor de Granados no son oficiales, ¿Entonces que son? ¿Clandestinas?. Porque si se sabe que asesora al ministro y se mete en las tribunas no veo el motivo de realizar tareas extraoficiales. Por el contrario, si se sabe que es "espía" y realiza inteligencia, ¿Cómo lo van a tomar los delincuentes de las barras?. Lo bueno sería que quienes realizan estas tareas no sean reconocidos por los "observados" y los informes no se filtren.
Me parece que en este caso, el remedio no es el adecuado para la enfermedad.
Alfredo Nicolás Armiento
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