Para muchos de los que seguimos el fútbol de ascenso, la sola presencia de Fénix en la Primera B nos causaba asombro. No porque no pudiera llegar a la misma sino porque lo hizo de manera vertiginosa y sin escalas desde la D. Un equipo "chico", ante "gigantes" de la categoría (que ya estuvieron en Primera), y surgía la pregunta: ¿Qué podrá hacer?. Muchos lo daban por descendido desde el inicio, otros que podía aguantar, pero nadie decía que pelearía en los puestos de arriba.
Es así, Fénix pelea los puestos de vanguardia en la B Metropolitana y deja con la boca abierta a muchos.
El ahora conjunto de Pilar había tocado fondo. Hace pocas temporadas atrás cayó a la D. sumido en problemas económicos e institucionales su futuro no se veía muy claro.
Algo habrá pasado para que en la más chica de las categorías de nuestro fútbol el ave "Fénix" resurgiera de sus cenizas.
Ganó aquel torneo. Nuevamente en la C, dónde tuvo que pelear con miles de problemas, y se encontró con la final del reducido. Un grupo de jóvenes jugadores salidos del club, otros de la liga de Escobar y algunos que habían estado en la B. Reunidos bajo la tutela de Fabio Orsi y Sergio Gómez, que se habían hecho cargo al irse Oscar Santángelo. Y ganó la final. Fénix llegaba por primera vez a la B. Se festejó mucho y llegaron nuevos apoyos para afrontar la aventura venidera, y ahí está el "cuervo" de Pilar.
En las primeras fechas se veía un equipo que intentaba jugar al fútbol y no refugiarse contra su arco. Era más que lo reflejado en aquellos resultados. Parecía un buen equipo pero algo "inocente" para la Primera B.
Lo principal es que nunca perdió de vista su objetivo de "permanencia" y trabajó para eso, sobre todo en el inicio del torneo donde las cosas no salían y los promedios acechaban. Pero todo cambia; y cambió para Fénix.
Los resultados empezaron a llegar y las buenas actuaciones se hicieron notar. Basándose en la actitud solidaria de todo el equipo y en el trabajo de la dupla técnica, comenzó a hacerse firme en el fondo, muy dúctil en el mediocampo y letal en la definición con sus delanteros. Es decir, para todos los que están en el club, "la figura es el equipo". Y no se cansan de decirlo.
Fue muy duro para aquellos que pudieron vencerlo y es peligroso para los inseguros que salen a "buscar el punto". Ni que hablar para los que aun no tienen definida una identidad futbolística (si no pregúntenle a la gente del "Pincha de Caseros").
Si bien no todas fueron "rosas" para el conjunto durante esta temporada (recordemos los problemas institucionales a comienzos de este año), Fénix supo rearmarse y volver a dar batalla. Se asentó en su juego; no son más los chicos inocentes de la primera parte, y suma puntos (le faltan pocos para llegar a 50 y olvidarse de la zona baja) que le permiten pelear una clasificación al reducido y, por qué no, soñar con algo más.
Fénix no es de los grandes en la B; en otros tiempos iba y venía en la D. Su presente es otro y avisora un buen porvenir. ¿Qué les importa lo que digan los demás, si ellos saben lo que quieren?.
Podrá ganar, perder o empatar. Podrá no clasificarse al reducido ni pensar en otro ascenso por ahora. Tal vez pierda varios partidos después de que escriba estas líneas. Pero, hasta aquí, Fénix "es el equipo" de esta temporada en la B Metropolitana.
A disfrutar este momento que bien merecido lo tienen.
Gustavo Negredo
para Ascenso con Estilo
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