Llegan los fines de campeonatos y se juegan muchas cosas: Descensos, clasificaciones a mini-torneos e internas en las tribunas. Todo enmarcado en una violencia generalizada que, aun hoy y después de tanto tiempo, no llegamos a entender.
En estos acontecimientos se mezclan muchas cosas: Desde la tristeza por padecer un descenso hasta el reparto de "utilidades" mal habidas e internas políticas. Por supuesto que el marco social que atraviesa nuestro país y nuestra sociedad avalan que reine la ley del más fuerte; del "capanga" que obtiene cosas por acomodo y que por influencias tenga impunidad, y la inacción de la justicia ante estas situaciones.
Villa San Carlos vs Boca Unidos: En Berisso se jugaba una parada importante: Mantener la categoría. La campaña no fue buena en esta temporada y era "cantado" que el equipo jugaría en la B Metro en el próximo torneo. Pero el encuentro se vio interrumpido por la estupidez de algunos hinchas (¿hinchas?) que comenzaron a cometer desmanes en la tribuna y que luego trasladaron a la calle. Por supuesto que el partido se suspendió. La policía, que tranquilamente miraba el partido, intentó calmar los ánimos y reprimió en las afueras del estadio. Unos pocos detenidos que ya están libres.
Por este hecho, el club perdería los puntos (que ya estaba perdiendo en la cancha) y sufriría sanciones.
Temperley vs Los Andes: Dos que pelean la posibilidad de jugar el reducido de la B. Dos clubes que supieron jugar en Primera y que juegan el clásico histórico en Lomas de Zamora.
Esta vez le tocó ganar al "milrayitas", y la gente del "gasolero" no se bancó la derrota. Disturbios entre la gente del local y la policía en la Av. 9 de Julio. Lesionados y roturas de autos en las cercanías del estadio. Solamente hubo demorados.
¿Y todo por qué?. Por la intolerancia de algunos que no se bancan una derrota en un partido de fútbol.
Ahora habrá sanciones. ¿Quién ganó?. Nadie; por el contrario, Temperley será sancionado.
Dock Sud vs Laferrere: La intolerancia de unos y la falta de cordura de otros. Se jugaba en el estadio "De los Inmigrantes" un partido importante por la posibilidad de clasificar al reducido de la C. El "villero" le ganaba al "docke" y no se pudo terminar como se deseaba. Es decir: En paz.
Un grupo de inadaptados, que se identificaban con el local, agredieron a gente de Laferrere, incendiaron el micro en el que se trasladaban los jugadores visitantes y algunos vehículos de los dirigentes del "villero". ¿Todo por qué?. Porque no soportaron que los allegados visitantes gritaran el gol de su equipo y la derrota los alejaba del reducido.
Hubo muchos casos más, aunque los mencionados son los más destacados.
¿Cuándo los hinchas de fútbol entenderemos que esto es un juego y un deporte más allá de los intereses que haya en juego?. Hasta que no podamos comprender ésto, el tema violencia en el fútbol no tendrá solución.
La incomprensión, la intolerancia, los arreglos con las autoridades de turno y las "deudas pendientes" ajenas al juego, se conjugan para que vivamos y soportemos esta realidad.
Hay que parar la pelota, ponernos de acuerdo en qué tipo de fútbol queremos y qué pretendemos de un club. Hay que cortar desde la raíz las relaciones entre la política en general y los grupos de violentos. Hay que llevar ante la justicia a dirigentes que apañan a estos tipos y a ellos también. Y, si hay que parar la pelota, hacerlo. Entiéndase por esto último PARAR EL FÚTBOL hasta que se calmen los ánimos y que sobreviva el más ordenado y el que hizo bien los deberes para con la sociedad toda.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: fotos obtenidad de google.
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