25/10/1975: UNA CUESTIÓN DE FE (DE QUILMES A LUJÁN)
El sábado 25 de octubre de 1975 fue una fiesta histórica para el pueblo de Quilmes: el equipo de Antonio D´Accorso obtenía el ascenso de forma brillante.
Pero ese día también comenzaba la primera peregrinación juvenil a la basílica de Luján, un acontecimiento que hoy es multitudinario año tras año.
Lo que sigue a continuación es un relato de un imaginario hincha quilmeño que ese día estaba embretado por una situación producto de ese día:
"Mis amigos decían que estaba loco cuando les dije que ese día iba a ir a Luján. Me decían que íbamos a salir campeones si le ganábamos a Comu, y San Telmo empataba con Estudiantes de Caseros... pero tenía que cumplir una promesa y justo salió esta peregrinación. No sabía si ir a la cancha o a la procesión. Decidí ir caminando aunque (eso sí) me llevaría la Spika para escuchar a Bullrich, De Renzis o Parnisari o cualquiera que relate.
La verdad teníamos un equipazo: Tocalli al arco; Lupo, Cigogna, Fucceneco y Gaño abajo; Cotton, el rubio Mainonis y (me pongo de pie) el Indio Gómez en el medio; el ruso Kaliszuk, Palin González y el Gorrión López arriba. Todos dirigidos por el maestro D´Accorso. Así que me fui confiado.
Salí temprano, tomé el 22 a Retiro y de ahí el 106 a Liniers: la tarde pintaba calurosa (Nota: según el pronóstico meteorológico, ese día la temperatura media era de 20º (22 máxima, 16 mínima), la presión de 1010 y la humedad del 68%. El domingo 26 fue un día húmedo y lluvioso (lo que sería una constante en algunas peregrinaciones), con 18º de media (22 max, 15 min), 1.004 de presión y 83% de humedad).
Salimos de San Cayetano a las dos de la tarde, cruzando General Paz se nos sumaron de otros lados en Ciudadela, éramos como 30.000 personas nada más. Solo podíamos usar el carril derecho de la avenida Rivadavia y de la Ruta 7, por eso algunos cantaban: "A la dere (3), a la derecha por favor"... En Morón justo se me agotan las pilas de la Spica, me quería morir. No conseguía kioscos y nadie tenía radio. Pasamos Merlo, Moreno, llegamos a La Reja a la noche: nos dieron mate cocido, naranjas, pan y bananas por los calambres ¿vio?.
La parada más difícil fue la última, en Rodríguez a medianoche. Porque, o parás o seguís... yo decidí seguir. Llegué al santuario de madrugada, hacía un frío. Salimos y con unos amigos nos quedamos dormidos en un arco de la plaza.
Ya de día, fuimos a comprar algo para desayunar y en eso veo el diario: "QUILMES CAMPEÓN: LE GANÓ 4-2 A COMUNICACIONES"... Sentí que me volvía el alma al cuerpo, miré las torres y dije: GRACIAS VIRGENCITA...
Hoy es común que millones de pibes vayan a Luján, algunos con los colores de sus equipos, pero había que ir en esos años, en esos momentos del país... y más sabiendo que tu equipo iba a salir campeón..."
José Galoppo
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