Nuestro camino recorrido.....

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Tres de Febrero, Prov. Buenos Aires, Argentina
Nacimos hace 32 años por la pasión que nos unió con el fútbol de ascenso. Fue un largo camino recorrido donde no todas fueron buenas, pero le hicimos frente a las adversidades y seguimos en el aire. En nuestro espacio vas a encontar a todos los que comparten esta extraña pasión pero no verás jamás a aquellos "personajes" que se creen dueños de instituciones y utilizan métodos antisociales para creerse importantes ni a sus "padrinos", que los usan para determinados fines y luego no saben como manejarlos. Para aquellos que lejos están del "glamour" de la primera división y del dinero de "fútbol para todos"; para aquellos clubes pobres de corazón grande; para los que semana tras semana dejan cosas suyas para seguir sanamente los colores de su alma y para todos los que se identifican con el "viejo fútbol de los sábados"......Sí, para ellos, va dedicado nuestro programa radial y, ahora, nuestro blog. Gracias.

domingo, 9 de noviembre de 2014

RAMALES DEL ASCENSO: CONSTITUCIÓN - LA PLATA


TRENES + FÚTBOL = LÍNEA CONSTITUCIÓN - LA PLATA 

El servicio metropolitano del F.C. Roca tiene, como ramal, más importante el trayecto que va desde la estación Constitución hasta la estación La Plata.
Este trayecto nace en Constitución, y se bifurca (como diría Borges) en Avellaneda en dos vías: vía Quilmes y vía Temperley, ya que pasan por esas ciudades.


Si nos fijamos bien, ambas vías son vías de ascenso: ya desde el comienzo cuando pasa por la cancha de Barracas Central.
La vía Quilmes es la más corta, ya que en tramo recto solo tarda 50 minutos, pero en ella podemos llegar hasta: el viaducto de Arsenal, la cancha de Quilmes, la barranca de Argentino de Quilmes y el Norman Lee de Berazategui (si se pudiera usar).


La vía Temperley, por su parte, es la que atraviesa mayor espacio y población, y por ella se llega en 1 hora y 22 minutos hasta entroncarse en las cercanías de La Plata. Y en ella podemos encontrar: el reducto de El Porvenir, la cancha de Talleres (junto a los talleres ferroviarios que le dieron su nombre), la Fortaleza granate, el Lencho Sola, el Gallardón, el Beranger, el Lorenzo Arandilla de Adrogué y, tras doblar en Mármol, el Capocasa de Claypole y el Tito Tomaghello de Varela.
Y si el fútbol en nuestro país nació en parte gracias a los ferrocarriles, también hay que decir que, cuando vamos por algunos de sus ramales se respira en sus orillas el aroma a Ascenso.

                                                      José Galoppo

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