SEGUIMOS MANTENIENDO
EL NEGOCIO DEL FÚTBOL
Antes de su
fallecimiento, una de las últimas acciones de Julio Humberto Grondona fue la reforma del torneo local de Primera
División. También hacer que más dinero llegue a la AFA para malgastar.
En los últimos años, grandes clubes como River,
Independiente, Rosario Central y Gimnasia y Esgrima La Plata habían padecido el
descenso y el jugar algunas temporadas en la B Nacional. Si le sumamos que
Huracán ya hacía un tiempo que jugaba ese torneo sin la suerte de ascender;
Unión de Santa Fe, Instituto y Gimnasia de Jujuy no podían regresar a Primera y
otros como Colón, All Boys y Argentinos Juniors cumpleron tan malas campañas
que no se pudieron quedar en la élite de nuestro fútbol, nació la idea de un
“megatorneo” de 30 equipos. Además había que reflotar el negocio, porque no
recaudan lo mismo Vélez vs Atlético Rafaela que Colón vs Unión.
Con 10 ascensos desde la segunda categoría, sería casi
imposible que los más grandes no alcanzaran el ascenso; por ende, con 10 nuevos
en la máxima categoría, también era demasiado difícil que los grandes
sufrieran, nuevamente, la pérdida de categoría. En el torneo de transición 2014
del Nacional no le fue tan bien en lo deportivo (algunos de los más convocantes
no subieron) pero sí salió redondo en lo que sería el tema principal: El
económico.
La realidad mostraba que nadie se podía oponer a Don Julio.
Aquellos que por lo bajo y en off decían que todo era inviable, terminaban
levantando la mano para no quedar afuera del reparto de billetes. También es
real que la famosa reforma no era solamente para mejorar las oportunidades
deportivas y hacer un torneo más federal (el 60% de los participantes son
directamente afiliados y de Capital o Gran Buenos Aires), sino que había otro
trasfondo que era el más necesario para los participantes.
Veamos: El “Fútbol para Todos” paga por el usufructo del campeonato la nada despreciable suma de $1600 millones, aproximadamente, por temporada. Con la aparición del “Prode Bancado”, que no es el que podemos jugar ahora, se podría recaudar hasta dos veces más de lo pagado por el Estado a la AFA. Hasta allí, todos contentos y negocio redondo. Pero el principal beneficiado, y quien manejaría el negocio, iba a ser Cristóbal López, el rey de los casinos y multifacético empresario gubernamental. Esta persona no pudo imponer su propuesta, ya que comenzó a ser investigado por la Justicia y, como no tiene un pelo de tonto, se bajó del negocio para no quedar “pegado” en otra causa que tiene curso en los Tribunales Federales de Comodoro Py.
¿Qué se hizo entonces?. La primera movida, a comienzos del
2014, fue reestructurar “Fútbol para Todos” porque había sospechas de los malos
manejos y del reparto a “discreción” de los fondos. Se buscaba entregar el “negocio”
y el manejo del medio a “conocedores” del tema. Marcelo Tinelli era el elegido
por AFA; además de ser dirigente de un club de fútbol conoce muy bien el medio
televisivo y periodístico y su manera de conseguir sponsors. Claro, entrarían
muchos “privados” y eso no le convenía al Gobierno. Por tal motivo, desde la
Casa Rosada, y a través del “hijo presidencial”, se le ofreció a Grondona $300
millones más si lo sacaban al dirigente “cuervo”. Y, como no podía ser de otra
manera y como los billetes mueven montañas, todo quedó en la nada.
La inesperada muerte del N°1 de la casa del fútbol encendió
una alarma en AFA. Muy pocos, o casi nadie, sabía qué y cómo negociaba Don
Julio. Dirigentes sospechados, algunos con causas abiertas, clubes empobrecidos
y con gastos millonarios, todo continuaba igual: Seguían malgastando el dinero
público.
La aberración de poner partidos en días y horarios insólitos
para sacarle algunos puntos de rating a programas periodísticos que denunciaban
actos de corrupción del Gobierno y la pésima, abundante, y a la vez falaz,
propaganda oficialista hacían que el público se saturara y eligiera ver los
resúmenes al final del día y no el partido completo. Esto sin contar la mala
calidad de televisación (recién mejoró en el último torneo) ni los malos
relatos y comentarios sobre el partido por parte de la TV pública (algunos se
salvan).
Pese a todo, el gasto para el fútbol aumentó. A los $300
millones prometidos se le agregaron dos partidas más de $100 y $200 millones
(manejados por la Jefatura de Gabinete). Tengamos en cuenta que el Jefe de
Gabinete y el Senador, hoy Secretario General de Presidencia –Capitanich y
Aníbal Fernandez- son presidentes de clubes de fútbol.
$1850 millones gastamos los argentinos para ver fútbol libre
y gratuito (¿gratuito?). Como ya comentamos alguna vez, no es tan Fútbol para
Todos y menos gratis. Si ud. Tiene la suerte de vivir en alguna ciudad
tranquila del interior de nuestro país, no tiene TV por cable o no llega la
señal de TV digital del Estado o no le conviene a la Televisión Satelital, no
va a poder ver rodar una pelota a menos que sea usted quien juegue el partido
en su zona. Y el cable y la TV satelital se pagan.
Sí había una condición –siempre la hay- por parte del
Gobierno para entregar el dinero: Que la AFA y los clubes presenten sus
balances y en qué se había gastado el monto que le correspondía a cada uno.
Nunca aparecieron. Clubes que deben $500 millones de pesos y fueron rescatados
del fútbol de ascenso gastaron más de $80 millones en comprar jugadores. ¿Cómo
hicieron ?. ¿No apareció la AFIP ?. Si
cualquiera de nosotros dejamos de pagar algún impuesto, no presentamos
declaraciones juradas o, simplemente, nos atrasamos con el monotributo, AFIP
aparece y nos inicia una causa en la Justicia. ¿Por qué a ellos no?. Mientras
tanto, nuestro dinero, el de nuestros impuestos, sigue saliendo con dirección a
la calle Viamonte.
Solamente dos dirigentes, uno joven con una formación algo
europea por haber jugado mucho tiempo por aquellos pagos, y otro mayor, ex barra
en los ’80 pero que supo cómo cuidar los activos de su club, manifestaron que “si bien ese
dinero es muy necesario para los clubes, les vendría mejor a hospitales
públicos, escuelas y otras causas de interés común a la sociedad”. Se los
presento: Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes de La Plata, y Raúl
Gámez, presidente de Vélez.
Lo cierto es que ya comenzó a rodar la pelota en este
extraño campeonato multipoblado, pese a que FIFA recomienda que en las ligas no
haya más de 20 equipos para poder armar los calendarios internacionales como
corresponde. Acá nadie escuchó. Esperamos que no haya sanciones internacionales
porque el máximo organismo del fútbol mundial prohíbe la intromisión de los
Gobiernos en las federaciones asociadas. Como en todo, los argentinos estamos
más allá de los que otros digan o sugieran porque nos hacen creer que sabemos
más. En realidad, no. Sabemos menos y no tenemos idea de lo que significa ser
organizados.
“Se juega al fútbol como se vive en sociedad”, dice un dicho
de viejos periodistas deportivos y analistas políticos. En Argentina es así.
Mientras tanto, nuestro dinero se sigue perdiendo y malgastando.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: Las caricaturas e imágenes fueron obtenidas de Google.
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