Muchos colegas los catalogaron de “épicos y geniales”, y
tuvieron razón. Es que así fue la victoria de la Selección Argentina en los Juegos Mundiales de IBSA que se desarrollaron en Corea del
Sur.
Todo comenzó en la madrugada argentina del día 11 de mayo.
En el grupo tenía como rivales a Rusia, España (con quien se había enfrentado
en el mundial de Japón) y Turquía. Su primer compromiso el día mencionado era
contra los rusos y, si bien los primeros minutos fueron muy peleados, el vuelo
de Los Murciélagos fue muy alto porque terminaron goleando 4-0 y mostrando un
gran nivel en su juego.
El siguiente compromiso, en la madrugada del día 12, era
ante la difícil selección española, aunque en el antecedente inmediato había
sido victoria nacional por 2-1 en el mundial de Tokio. Acá las cosas fueron
distintas, ya que España se alternaba en el dominio del encuentro con los
dirigidos por Martín Damonte y el resultado parecía incierto. Apareció la garra
distintiva en Argentina y terminó ganando el encuentro por 1-0. Con este
resultado, nuestro representativo ya se metía en la final aunque aún faltaba un
partido por jugarse.
El último compromiso de la etapa clasificatoria fue el día
15 contra Turquía, y si bien el resultado fue algo escaso por lo demostrado por
uno y otro equipo, Los Murciélagos terminaron con lujos y ganado por 2-0. Una
primera fase impecable con 7 goles a favor y ninguno en contra. Era momento de
esperar rival para la final aunque todos los boletos marcaban que Gran Bretaña
sería el adversario.
Y llegó el gran partido. Realmente fue una victoria épica y
brillante. En la primera parte (se juegan 25’ netos por tiempo) los británicos
lograron ponerse en ventaja a los 23’ por madio de Daniel English. Inmerecido
por lo realizado en el campo de juego donde los argentinos habían hecho méritos
para adueñarse del resultado, pero goles son amores en el fútbol y lo hizo Gran
Bretaña. En el complemento siguió el
dominio de Los Murciélagos y faltando solo 37 segundos alcanzó la igualdad por
medio de Lucas Rodriguez. Parecía empate, pero un penal de 8 metros para
Argentina (recordamos que se ejecutan luego de la cuarta falta recibida) a
falta de 7 segundos fue la puerta al título para nuestra selección. Nicolás Veliz,
el ingresado en la segunda parte, sacó un hermoso remate que se metió en el ángulo, venció la resistencia del
arquero británico y desató el grito de “campeón” en los argentinos.
Argentina, gracias a estos hombres, miran a todos desde lo
más alto en el fútbol para ciegos como en
2002 y 2006. Entereza anímica,
solidez defensiva, gran circulación de balón, precisión en los pases y alto
nivel individual fueron las claves para alcanzar este logro. Martín Damonte,
técnico argentino, manifestó luego de la victoria: “Utilizamos un esquema muy
ofensivo, aunque tuvimos algún descuido en defensa. Mantuvimos la calma, el
buen juego y, aunque desperdiciamos algunas posibilidades para plasmarlas en
gol, terminamos ganando sobre la hora y muy bien. Estamos en el camino correcto
para el futuro”. Recordamos que se vienen los parapanamericanos en Toronto y
los Paralímpicos el año próximo.
Los campeones argentinos son éstos: Los arqueros Darío Lencina (Estudiantes de La
Plata) y Germán Mulek (Rosell de San Isidro), los jugadores Froilán Padilla y
Federico Acardi (Godoy Cruz Uniredes de Mendoza), Angel Deldo (ACHADEC de
Resistencia), Lucas Rodriguez y Nicolás Veliz (Municipalidad de Córdoba), David
Peralta (Estudiantes de La Plata), Iván Figueroa (UCASE de Santiago del Estero)
y Maxi Espinillo (MEDEA de Córdoba). Recordamos que el emblema de la selección,
Silvio Velo (River Plate) no viajó por estar recuperándose de una lesión. Los
entrenadores Martín Demonte, Claudio Falco, Germán Marquez y Ariel Figueroa,
junto al médico Norberto Gagliardi, son también responsables de este gran éxito
de Los Murciélagos.
¡Por muchos vuelos más, Mueciélagos. Y que sean bien altos!.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: La información y fotos fueron brindadas por Daniel Hofman, Jefe de Prensa de FADEC. Gracias. Esta nota fue publicada en www.rda365.com.ar.
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