Si en el comienzo se veía a un "grande" de la C en la punta, nada hubiese sido extraño. Pero al ver al ascendido Liniers como puntero, sacando diferencias a los escoltas, al otro debutante en la categoría, UAI-Urquiza, como el que mejor juego mostraba y a Talleres, Laferrere y Central Cordoba peleando para hacer pié en el campo de juego, diríamos que nada estaba dicho y cualquier cosa podía pasar.
Y pasó. General Lamadrid fue el campeón, inesperado para muchos, pero con las virtudes que ya hemos enumerado en este blog.
Faltaba ver como se iban a debatir en la cancha los varios candidatos que había en los comentarios previos.
Pero la lucha fue cambiante, los menos esperados jugaban bien y ganaban y los candidatos previos no mostraban mucho. Pero en un torneo largo pasan cosas extrañas.
Lamadrid fue muy regular y ganó por mérito propio. Nadie le regaló nada.
Laferrere se llenó de nombres y no mostraron mucho hasta el final donde aparecían como candidatos a ganar el reducido. Liniers era una "Ferrari" al principio con Ruggero como DT, fue un "Ford de TC" con Melián y terminó siendo un "fitito chocado" con su último DT. Muchos cambios para poder aspirar a algo serio.
UAI-Urquiza fue el que mejor jugó pero le faltó un plan B para poder seguir por ese sendero. Aunque su meta era permanecer en la categoría, podía aspirar a algo más. Central Córdoba, hoy en la final del reducido, fue de menor a mayor y puede darle la razón a la Cátedra que dice que es muy grande para la categoría.
No demostraron gran cosa y alternaron buenas y malas equipos como Talleres y Excursionistas.
La sorpresa, más allá del campeón Lamadrid, fue Argentino de Merlo. Tranquilo, callado, sin muchos nombres pero con gran trabajo colectivo, se llevó el subcampeonato y aun no está todo dicho en la final del reducido. Puede llegar a jugar con Los Andes por la promoción. Este equipo, que fue creciendo con el correr de las fechas, encontró en Febregat a un técnico con ganas de figurar y mostrar que con grandes nombres no se ganan los torneos. Armó un equipo luchador, solidario, que sabía lo que buscaba en la cancha, que esperaba y trabajaba sobre el error del rival, y así llegaron dónde hoy están. Su mejor campaña en la C (Superior a aquella promoción con Atlanta).
Hubo decepciones: Villa Dálmine y El Porvenir. Dos con nombre y pasado glorioso que nada mostraron en esta temporada. Hasta se verán complicados en un futuro si no mejoran.
Las sorpresas: El ya mencionado campeón, Lamadrid, Argentino de Merlo, Liniers, pese a su final y UAI-Urquiza, por su juego y su propuesta. Todos ellos hacen creer que la categoría puede crecer más y brindar mucho más al espectador del ascenso.
Párrafos aparte para el descendido Fénix y Sacachispas. ¿Se pueden hacer tan mal las cosas para padecer una campaña como esta?. Fenix estuvo peleando el ascenso a la B hace dos temporadas. Reducción de presupuesto, nombres que se fueron y malas decisiones dirigenciales hicieron que tenga que soportar este presente. Lo del "lila" muestra lo que pasa cuando la política extradeportiva se mete en ámbitos que no conoce. El dinero se termina y así se acaba.
La Primera C demostró ser en esta temporada el mejor torneo de ascenso, y hubo muchos partidos muy bien jugados. Si le sumamos la preocupación de muchas instituciones por mejorar los campos de juegos y las instalaciones, va a crecer mucho más. Solo falta que la AFA brinde más apoyo y el colegio de árbitros no mande a los que están en "penitencia", porque los arbitrajes fueron deplorables en muchos casos.
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