Cuando concurrimos a una cancha, como simpatizantes o periodistas, siempre pretendemos observar un encuentro con dos equipos que se brinden para el espectáculo y nuestren en el campo de juego algo de lo hermoso y vistoso que tiene el fútbol. ¿Pero es esto lo que encontramos al final de la jornada?.
Salvo honrosas excepciones la mayoría de los equipos juegan a no perder o, al menos, a no hacerlo. Entiéndase que ninguno sale a perder, claro, pero de ahí a brindarse por el espectáculo estamos muy lejos.
La vorágine resultadista que impera en nuestro fútbol hace que veamos planteos mezquinos, pelotazos sin sentido y demasiadas individualidades que no conducen a nada. Técnicos temerosos que solo buscan obtener un resultado sin pensar que trabajando al equipo en la semana se pueden obtener mejores resultados a lo largo del torneo. Pero todo pasa porque desde la cabeza del club (entiéndase: Dirigentes) cae pesadamente la guadaña que marca la vida útil de un entrenador al frente del equipo.
Se le piden "proyectos" a los DT que luego no son respetados porque los resultados no acompañan, pero nadie repara en que un equipo para rendir bien necesita trabajo, asentamiento y rodaje dentro de la cancha.
Eso no se logra en 2 o 3 fechas; necestita un tiempo prudencial. Tiempo que muchos no desean esperar porque los "caracterizados" nos amenazan o, simplemente, porque "los dirigentes" queremos ser campeones y el técnico no colma nuestras espectativas.
¿Pero se pusieron a analizar esos dirigentes o "caracterizados" el plantel que tienen?. ¿Pensaron que no toda la culpa es del entrenador?. ¿Se fijan en el rendimiento de algunos jugadores?.¿Se platearon si ellos colaboran dentro de sus funciones para que todo camine bien?.
Lo cierto es que muchos partidos se pierden en la intrascendencia de la mediocridad, pocos goles, muchos errores, demasiada fricción y terminan en un resultado que a nadie le conviene.
Hay muchos interrogantes sin respuesta que hacen que nuestro fútbol de ascenso se vaya diluyendo en la monotonía y en la mediocridad. Es hora de formar jugadores, de "activar" trabajos serios y a largo plazo en las inferiores y a jugársela sea cual fuere el resultado porque a la larga, y con un trabajo serio, el buen fútbol volverá a llenarnos los ojos y será un gusto volver a ver a nuestro equipo fecha tras fecha.
Hoy tenemos un fútbol mediocre, carente de proyectos serios (vuelvo a reiterar: Salvo honrosas excepciones) y, si bien hay paridad en los números que vemos, se empareja para abajo.
Seamos pacientes y tolerantes, trabajemos y no ahorquemos. Así la cosa va a cambiar para mejor.
Alfredo!
ResponderEliminarMuy buena la nota y exitos con la iniciativa del blog!
Y felicitaciones por los premios!
Hurin