Nuestro colega y columnista, José Galoppo, recuerda a uno de esos "personajes" de nustro querido ascenso. Alguien que supo hacerse respetar por su personalidad pese a sus capacidades diferentes.
El presente relato va dedicados a todos los amigos de Temperley por sus 100 años de vida.
Héctor Cassé (1957 - 2003): el héroe del silencio
Héctor Jorge Cassé nació en Salliqueló en 1957 y murió en Buenos Aires en 2003.
En esos 46 años, fue arquero de diversos equipos, siendo en Temperley donde se
consagró. A simple vista puede no llamar la atención; sin embargo, Hector Cassé
fue un héroe que supo pelearle al destino, desde su silencio.
Hector Cassé, admirador del "Pato"Fillol
En efecto, quedó sordo a los nueve meses por un enfermedad. Y, aunque la sordera
no le privó del habla, debió aprender a hablar y expresarse en el Colegio Oral
de Buenos Aires.
Admirador del Pato Fillol, comenzó a jugar en el arco del
equipo de su pueblo, y a los 17 años llegó a La Plata, donde se inició en las
inferiores de Gimnasia. Allí debutó en 1979, el mismo año del descenso del
cuadro tripero. A pesar de sus problemas de audición y habla, pudo activar los
otros sentidos (dicen que cuando perdés o disminuis un sentido, se te activan
los otros cuatro) hasta convertirse en un arquero sobrio y seguro. En 1980 pasó
a Temperley, donde llegaría el reconocimiento.
Equipo de Temperley en el 82 que integraba Cassé
Los griegos y los romanos llamaban “apoteosis” a la exaltación de un héroe por
circunastancias excepcionales. La “apoteosis” de Cassé llegó el martes
21.12.1982, cuando Temperley y Atlanta disputaron la segunda final por el
ascenso a Primera. El sábado anterior habia ganado Temperley, y en esta ganó
Atlanta. Hubo que ir, tras 120 minutos, a los penales. Uno tras otro fueron
sucediéndose, hasta que, en el décimotercer penal, Enrique Hrabina, de Atlanta,
tiró a la derecha, Cassé adivinó y la desvió con su estómago. En el penal
siguiente, Dabrowski convirtió y le dio el ascenso a Temperley, aunque para
muchos el héroe verdadero fue el guardameta.
Así se volvió popular y
reconocido. Sin embargo, cuando dejó el fútbol pronto fue olvidado por todos,
salvo, claro, por los hinchas de Temperley.
El "Mudo", como le decían, en acción
Para unos fue “Mudo corazón”, para otros “Casse´compadre” (y lo insultaban… por
señas). Pero lo único cierto fue que Héctor Cassé fue, y es, un héroe que le
peleó al silencio para ganarle al destino. O mejor dicho, un héroe que le peleó
al destino para ganarle al silencio.
José Galoppo
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