Con muchas esperanzas había llegado al club para alejar los males que padecía Independendiente. El descenso, la falta de dinero, la oposición y los aprietes de la barra, hicieron que Javier Cantero pactara para que el desastre no siguiera creciendo. ¿Y ahora quién podrá defenderlos?...No, el Chapulín Colorado no es del rojo; los Moyano, sí.
Lejos quedaron las promesas de la campaña electoral de la Agupación Independiente Místico que encabezaba Javier Cantero y llegó a la presidencia del club. Ya en sus puestos, se dieron cuenta que las cosas no eran tan sencillas como pensaban. Las arcas estaban vacías, el dinero por cobrar hipotecado, la barra brava hacía lo que quería y el promedio hacía pensar más en el nacional que en permanecer en Primera.
Con este panorama, Javier Cantero comenzó con sus medidas tendientes a limpiar el club. Muy pronto se encontró solo, como Don Quijote peleando contra los molinos, y el descenso terminó por rociar con nafta el incendio. El caos aumentaba y los opositores reían en lugar de ayudar. Para aumentar los males, los primeros pasos del equipo en la B Nacional eran más que erráticos.
La lucha contra los barras terminó siendo un fiasco porque el presidente tuvo que arreglar con una facción para alejar y luchar contra la otra. La jefa de seguridad contratada, Florencia Arieto, se alejó cansada de pelear contra todo en solitario y amenazada por los delincuentes que solo sembraban caos.
La deuda institucional crecía; unas pocas victorias en lo deportivo hicieron alejar algunos fantasmas temporariamente, pero la violencia entre barras, los desacuerdos entre dirigentes y la falta de recursos (tanto humanos como económicos) ahondaban una crisis que no parecía tener fin.
Muchas voces opositoras a Cantero proponían soluciones; no eran escuchadas. Aunque muchas de las propuestas eran más a favor de sus agrupaciones que del club. Muchos pedían la renuncia del presidente y hasta hubo intenciones de hacerlo, pero no ocurrió. El tema principal seguía siendo el dinero que no aparecía y las "soluciones" no convencían a nadie. El plantel profesional y los empleados del club, por lo bajo, pedían cobrar lo que les debían y nada parecía tener fin.
Regresó Pablo Alvarez (alias Bebote) cubierto con un casco de moto y con dinero en un bolso para asociar a 500 personas con la intención de presentarse a elecciones. Llegó como si paseara por el patio de su casa, sin que nadie lo detuviera pese a las causas judiciales que pesan en su contra.
Pese a todo, algo pasó y alguien acercó dinero al club. Las dudas son de quién es, cómo apareció y a cambio de qué llegó.
Javier Cantero estaba solo. Muy pocos pares de Comisión Directiva lo apoyan y varios otros no lo quieren ver más en la presidencia. Ahí hicieron su aparición "los Moyano" (papá Hugo y el hijo Pablo) subidos a un camión repleto de propuestas y billetes. Hubo reunión; marchas y contramarchas, y una posible solución.
La propuesta de los camioneros (se sabe que tienen relación con muchos sectores de la barra) fue la de pagar los sueldos atrasados, poner todo lo respectivo a sueldos al día, pero a cambio de elecciones adelantadas (serían para el mes de junio o julio), esperando que el buscado ascenso esté consumado. Sí hubo declaraciones de Hugo Moyano, quien manifestó que no será candidato. Entonces, ¿A quién apoyará?. Algunos dicen que su hijo sería la cabeza de lista acompañado por miembros de otras agrupaciones opositoras.
Lo cierto es que, cercado por la actual situación y recibiendo presiones de todos lados, incluso de los pocos que lo apoyan, Javier Cantero capituló; aceptó la propuesta y a otra cosa. Hizo un "pacto con el diablo" justamente en la casa del diablo. La primera respuesta llegó: El equipo ganó 3-0 su partido y algunos dirigentes renunciaron por este acuerdo.
Los principios del presidente, que los mencionaba ante cada fracaso: Bien, gracias.
Varios opositores se iban a juntar con el plantel en Villa Domínico; seguramente para hablar del tema. Quedarán flotando las dudas reflejadas en renglones anteriores. ¿El dinero es del patrimonio personal de la familia Moyano o de todos los afiliados al sindicato que manejan?. ¿Aparecerá la AFIP para evaluar su procedencia?. ¿Será suficiente y constante el aporte o solo parcial?. Muchas preguntas para una solución de un club que se cansó de hacer las cosas mal desde hace años.
Lo más preocupante es la reaparición de los barras "borrados" por esta dirigencia y que han realizado actos más que violentos contra el plantel y la gente sana del Rojo (que es mucha). Algunos tienen relación estrecha con los "salvadores" de Independiente.
Habrá que esperar para ver qué es lo que sigue en esta película de terror. Por ahora, "el diablo" pactó con "el diablo" para no quemarse en el infierno rojo.
Oscar Ariel Gullotta
para Ascenso con Estilo
nota: Las imágenes fueron obtenidas de Google.
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