domingo, 18 de febrero de 2024

OTRO GRANDE DEL ASCENSO QUE SE FUE

Miguel Tomás Bianculli fue otro símbolo del fútbol de ascenso: un defensor de pierna fuerte, de gran prestancia, de estampa rocosa y un caudillo de la defensa. 

Pero paradójicamente, al igual que otros, su andar por el fútbol comenzó en la primera división, concretamente en Vélez. Surgió en la cantera de Liniers, y debutó en Primera en 1978, jugando 8 partidos y siendo suplente de Jorge, Artico, Piazza y Larraquy. Con el Fortín logró el subcampeonato del Metro 79 y fue parte del plantel que al año siguiente llegó a semifinales de Copa Libertadores.

Pasó en 1981 a Atlanta, y al año siguiente se cruzó de vereda y fue a Chacarita, donde fue figura en el ascenso de 1983 formando una sólida dupla con Osvaldo Ingrao. Al año siguiente, él y su socio en la cueva fueron a Gimnasia, y llevaron al Lobo a Primera venciendo a Racing, para sorpresa de propios y extraños. En 1985 pasó a Italiano, allí compartió la zaga central con Palito Díaz durante 5 años y llevó al ACIA a Primera en 1986. En 1989 pasó a Lanús, donde a pesar de jugar poco (Mainardi y Schurrer lo precedían) sumó otro ascenso a su colección. Y en 1991 cerró su campaña en 9 de Julio de Rafaela, tras jugar 251 partidos, 5 goles y 4 ascensos con 4 equipos distintos en 8 años. Un verdadero talismán del fútbol promocional. 

Hoy nos dejó, y seguramente seguirá jugando en los potreros del infinito cósmico junto al Beto, Garrafa, el Trinche, Cejitas, el Negro Bravo, entre otros.

Estas líneas están dedicadas a su memoria.  

                 José Galoppo 

Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.

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