En los últimos tiempos, el fútbol y las
acciones gubernamentales se vieron muy cercanas en todos sus aspectos: Desde el
“salvar” a los clubes hasta manejar el “negocio” en la TV y “emplear” a pseudo
hinchas con necesidades básicas (de ellos, no de la ciudadanía)
Por todo el accionar que mencionamos, los
futboleros, aquellos a los que nos gusta ir a ver un partido con amigos, con la
familia o simplemente disfrutar el espectáculo en un estadio, se nos complica y
mucho. Hasta tal punto que varias veces optamos por quedarnos en casa. Y en el
caso de los que debemos ir a trabajar a una cancha, terminamos preguntándonos
si la paga por hacerlo vale el tiempo invertido y el alejarnos un fin de semana
de la familia.
¿Por qué hay que soportar esto?. Porque hay grupos
radicalizados que encontraron en el fútbol su negocio para alcanzar sus
objetivos y, por otro lado, lograron hacerlo porque hay inescrupulosos
disfrazados de funcionarios electos o de dirigentes que encontraron mano de
obra barata para sus campañas. Pero lo barato, sale caro.
El negocio de ser “barra brava” es muy
lucrativo en la actualidad. No importa en qué categoría milite el club porque
casi todos tienen en su seno algún político necesitado de protagonismo y algún
dirigente blando que se les une para que no lo molesten mientras dura su
mandato.
La verdad es que la bola creció, se les escapó
de las manos, y estos tipo tomaron todo lo que se les ocurrió, hacen lo que
desean, y alcanzaron un grado de impunidad tal que supera el de muchos
funcionarios corruptos. Por tales motivos, desde hace bastante tiempo venimos
padeciendo la violencia en el deporte más popular pero no por defender la
camiseta sino por “quedarse con la mayor parte del negocio”.
Con motivo de los acontecimientos que vimos y
comentamos en Laferrere, algunos que también tienen su culpa, quisieron
redimirse y, aprovechando el tiempo electoral que corre durante este año, tomaron
medidas duras contra el club mencionado y se arriesgaron a presentar un proyecto
de ley en el Congreso para tipificar el delito de barra brava con el de
asociación ilícita. No era una solución total al flagelo, pero sí le entregaba
más armas a la Justicia para encerrar a estos inadaptados.
A pedido del Gobernador Scioli, el Secretario
de Deportes de la Provincia, Alejandro Rodriguez, hizo la
presentación junto al nuevamente intendente Martín Insaurralde, del proyecto
contra los violentos. Fue bien recibida, en general, porque más vale tarde que
nunca como dice el dicho. La Comisión de Legislación de la Cámara de Diputados, por medio de su prsidente la Diputada Patricia Bulrich, citó y dialogó con la gente del Sciolismo, algunos dirigentes de clubes, y
Diputados en general. La parte principal de este proyecto manifestaba, como ya
mencionamos, tipificar a las barras como asociaciones ilícitas; endurecer las penas y prohibir la concurrencia de los mismos a
estadios deportivos.
¿Quién se podría oponer a la sanción de esta
Ley?. Nadie; más si uno quiere ser electo para algún cargo. Pero no seamos
ingenuos. La política nacional metió la cola, una vez más, en el fútbol y los
únicos que perdieron fueron los hinchas genuinos, los dirigentes honestos, los
ciudadanos que viven cerca de los estadios y el fútbol todo. La guerra interna
de un grupo político perjudicó la paz en el fútbol. Ellos que tanto lo utilizan
para difundir sus mentiras nada piadosas y falsos logros abstractos.
Sí, por medio de Diana Conti, diputada del kirchnerismo que
padece incontinencia verbal, el
oficialismo no acompañará el proyecto presentado por Insaurralde y apoyado por
Scioli. Claro, la interna es más importante que el principio a una solución del
problema de la violencia. Además, y está documentado, la mayoría de estos
grupos están protegidos por dirigentes K , reciben órdenes y cumplen
“funciones” a cambio de favores económicos y protección política. Entonces....¿Cómo iban a aceptar una ley así?.
¿Por qué la política partidaria, las internas,
la "repartija" de puestos, son más importantes que la salud de la sociedad toda?
¿Alguna vez pondrán las decisiones políticas de Estado por sobre sus intereses
personales?. No creo, lamentablemente, que esto pase. Claro, si los
delincuentes van presos y tienen que declarar la verdad, muchos políticos caerían después; y demasiados serían del oficialismo. Por eso, es mejor mantener las cosas así, meter algún parche cada tanto
y listo.
¿No es que ustedes, señores del Gobierno
Nacional, que dicen ser defensores a rajatabla de los derechos humanos, garantizar la seguridad de todos y que
gobiernan para 40 millones de argentinos, son los "populares", defienden y hacen
lo que la sociedad necesita para estar mejor?. Bien, esta decisión no es
popular, es sectaria; no es beneficiosa para todos, solo para unos pocos. Por
favor, no nos mientan más; y que Dios y la Patria los demanden.
Alfredo Nicolás Armiento
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