Si no me creen, pregunten por la AFA (que se cree inocente de todo lo que pasa a su alrededor) y obtendrán respuestas.
El Sr. Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, hace unos años vendió los derechos de TV de los partidos de Primera y Nacional B a Fútbol para Todos (y todas) en cifras millonarias. En pocas palabras, se lo vendió al Gobierno que lo pagaría con millones del dinero de todos los argentinos. No vamos a analizar el famoso Fútbol para Todos, que en realidad no es tan "para todos" ni tan gratuito como dicen, pero sí intentaremos saber por dónde desaparecen los billetes invertidos.
Don Julio cometió un error: Reclamar el dinero que le adeuda el Gobierno (aproximadamente 1000 millones) en todo concepto, bajo apercibimiento (o amenaza) de no comenzar el próximo torneo. El reclamo está bien ya que hay un contrato firmado con plazos de pago impuestos. Lo que sí omitió Grondona fue entregar las declaraciones de la AFA y sus clubes en las que se muestre el destino que le dieron a los fondos, en qué se utilizó el dinero y los balances respectivos. Recordemos que el Gobierno Nacional los había solicitado antes del comienzo del torneo que ya está finalizando.
La respuesta no se hizo esperar: "Te mando a la AFIP a investigar". No está nada mal que así sea porque son fondos que salen del dinero del Estado y todos debemos enterarnos en qué se utilizan, aunque nos gustaría saber, también, a dónde van a parar los millones destinados a obras públicas que no se hacen pese a ser anunciadas, de dónde provienen las ganancias de funcionarios y varios políticos o como se reparte la pauta publicitaria oficial, entre otras cosas.
La Justicia ordenó, a solicitud de la AFIP, varios allanamientos para intentar seguir la ruta del dinero entregado al fútbol. Además, se investiga a dirigentes, jugadores, representantes e intermediarios. Esto se produce porque no hay relación entre las ganancias declaradas por los distintos actores y sus patrimonios. Es decir, lo tributado por un jugador de primera división no alcanza, siquiera, al valor del auto que posee para poner un ejemplo.
La sede de la calle Viamonte, las sedes de varios clubes (River, Boca, Independiente, entre otros), las casas y negocios de presidentes de instituciones y jugadores fueron visitadas por oficiales de justicia y agentes del organismo de recaudación. Aun no se sabe qué encontraron o como seguirá la causa, pero los hilos de investigación a seguir son muchos.
¿Quiénes se llevan los recursos monetarios de los clubes?. ¿Dónde está el dinero que reciben?. ¿Responde algún responsable por las pérdidas de una institución?. Esos son los grandes interrogantes que nadie, o muy pocos, pueden responder.
Las deudas de los clubes son gigantes. No se entiende cómo alguien que debe 100 venda por 250 y termine debiendo 400 en lugar de tener en su haber 150. Aquí está la cuestión que desea conocer la AFIP (Nosotros también).
Veamos: Llega al Club Deportivo Soñador un goleador, Pedrito, que jugó en España por un monto de $ 1000 su pase. Pero los derechos federativos le pertenecen al Unión Pepinillos de Chile. ¿Cómo es esto?. Sencillo, la ficha la compra un club que está en un país en el que se pagan menos impuestos y se lo cede al club argentino. En el medio quedaron los fondos del representante del jugador, del intermediario entre las instituciones y los porcentajes por la transferencia que le corresponden al jugador. Resultado: Menos tributo al fisco nacional. Los cómplices: Dirigentes, intermediarios y jugadores. Los perjudicados: Todos los ciudadanos argentinos.
Hay muchos ejemplos que podemos dar, pero se haría muy larga la nota.
El otro punto a investigar son los contratos "privados" entre clubes y jugadores y los fondos en el exterior de algunos actores de esta trama. Hubo, también, movimientos en la justicia uruguaya y chilena para investigar a algunas sociedades de aquellos países que servían para las "triangulaciones" mencionadas.
No solo los jugadores y la AFA la ligó en este movimiento. También "los pitos". La Asociación Argentina de Árbitros (las Tres A) recibieron la visitas de la justicia y de los recaudadores. Usted podrá preguntarse el por qué si entre ellos no hay transferencias. Es verdad, pero en la actualidad los árbitros tienen sponsor y reciben dinero por publicidad.
Aquí la investigación se centró en el contrato entre el Grupo Midas (maneja varios casinos y casas de juego) y las Tres A. Parece que hubo "errores" en la facturación de los "soplapitos" según lo percibido desde los popes del juego y habría algún "retorno" que beneficiaría a ambos. La causa está avanzada y herméticamente cerrada a la prensa. Solamente se publica aquello que decide el juzgado (en la misma estarían implicados algunos funcionarios y allegados al Poder Ejecutivo).
Todo bien por las investigaciones de la AFIP. Está bien que así sea y es la función del organismo estatal.
Su titular, Ricardo Echegaray, le sugirió a los clubes y a la AFA que se manejen sin intermediarios y de club a club para hacer las cosas más claras y evitar futuros problemas. Esperaremos los resultados y la "limpieza" de nuestro fútbol, al menos en lo económico.
Las dudas surgen (siempre hay alguna duda) porque quienes piden transparencias, en este caso Echegaray, también tienen causas pendientes en la justicia por enriquecimiento ilícito, y quienes reciben las sugerencias, Julio Grondona y compañía, nunca tuvieron las cuentas muy claras (muchos tienen causas en su contra también).
El viejo dicho dice: "Ladrón que roba a ladrón..........(y sigue)". Esperemos que no sea este el caso por el bien del fútbol argentino y, sobre todo, de todos los ciudadanos honestos de nuestro país.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: Los nombres de los clubes y del jugador son ficticios, pero la camiseta del Deportivo Soñador debe ser color verde (por lo de verde esperanza) y del Unión Pepinillos también (por el color de dicha verdura).
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