Los dirigentes de Independiente despidieron a Miguel Ángel Brindisi y, de la noche a la mañana, cerraron un acuerdo con Omar De Felippe para que sea el nuevo entrenador. Con el club de Avellaneda en descenso directo y con 38 fechas por delante, el “rojo” se enfrenta a la etapa más dura de su rica historia. Análisis del equipo y las dificultades que tendrá que enfrentar para poder regresar a Primera.
Ya hemos hablado muchas veces de que la mayoría de los clubes argentinos viven inmersos en una dura realidad y que, en los tiempos que corren, muy pocos proyectos logran sostenerse en el tiempo. Lo inmediato es lo único que cuenta y las victorias deslucidas o injustas parecen ser el ideal a seguir.
Con instituciones como Vélez Sársfield, Lanús y ahora Newell´s como cabeza de lanza de los que intentan salir de la mediocridad, el resto sigue sin querer contagiarse. Los “cinco grandes” transitan por un camino errático, en donde la falta de victorias y títulos no es un hecho menor.
En el caso de Independiente (2 puntos), la suma de esos errores ha hecho que el club se encuentre en la dura situación actual. Primero la Comisión Directiva que comandó Julio Comparada y luego la que lidera Javier Cantero demostraron que no estuvieron a la altura de una institución como la de Avellaneda. Pésimas decisiones a la hora de contratar jugadores y técnicos llevaron al “rojo” al descenso a la B Nacional y a este presente plagado de espinas, cada vez más filosas.
No obstante, lo anterior es nada comparado con lo que ocurrió los últimos días: Brindisi fue despedido por Cantero y sus colaboradores, quienes de inmediato tenían acordada la llegada de De Felippe. Esto fue un nuevo golpe de gracia para el patético presente del “diablo”, pero no fue lo peor, ya que el mismo Cantero intentó hacerle creer a todos que el despido se produjo en buenos términos y de común acuerdo. Como contrapartida, el mismo Brindisi supo señalar, sin tapujos, que quedara claro que a él lo habían “despedido”.
Pero esto ya no sorprende. Es cierto que las cosas les estaban saliendo mal a Brindisi y sus dirigidos, pero también es verdad que fue el único que tomó el fierro caliente en los últimos diez encuentros en la A. Nada de eso importó y no hubo respaldo hacia su trabajo, ya que apenas tuvo cuatro partidos en la B Nacional y luego debió marcharse a su casa. El tiempo dirá cuanto dura De Felippe, quien firmó contrato por los próximos diez meses.
Pasando a la actualidad del torneo más importante del ascenso, se debe decir que cada vez es más difícil estar en los primeros puestos. Y, sin dudas, el hecho de pasar de 38 a 42 fechas, con equipos que le pueden ganar a cualquiera, puso más picantes las cosas.
Es que todos los rivales le juegan a muerte a Independiente, porque quizás no lo vuelvan a enfrentar durante mucho tiempo. Lo mismo le ocurrió a River y a Rosario Central, entre otros equipos importantes, en las pasadas temporadas. Por ende, el “rojo” ya debería haber aprendido esta lección.
En este momento el líder de la B Nacional es Defensa y Justicia (12) e inmediatamente después vienen el ascendido Sportivo Belgrano de San Francisco Córdoba (9) y Atlético Tucumán (9). Más atrás están Sarmiento de Junín (8), Ferrocarril Oeste (8), Banfield (7) y Almirante Brown (7). Es decir, todas sorpresas, porque en la pretemporada pocos creían que estas instituciones podrían estar arriba, excepto sus hinchas y algunos colegas claro. El hecho de que la mayoría tenga el color verde en sus camisetas parece un juego más del destino, por eso del “color esperanza”.
Es que hay que ser sinceros. Todo el mundo, y éste cronista también se incluye, puso sus fichas en el “rojo” y en el Huracán (6) que conduce Antonio Mohamed. Pero, hasta ahora, la realidad ha dado una vuelta de tuerca y nada ha sucedido como se esperaba. Habrá que esperar para saber cuantos de los equipos mencionados más arriba pueden llegar hasta las últimas fechas con chances de campeonar.
Pasando al plantel que posee Independiente, se debe señalar que el mismo no ha demostrado tener un nivel acorde para pelear cosas importantes en la B Nacional. Por lo menos hasta ahora. Con el arquero Diego Rodríguez como uno de los mejores (Ante Atlético de Tucumán evitó que el “diablo” sufriera más goles y parece que le sacó una luz de ventaja a Fabián Assmann) queda claro que de la defensa hacia arriba esta todo por hacerse.
A su vez, Daniel Montenegro deberá ser mucho más importante de lo que alguna vez fue. Por ser uno de los más experimentados, por el buen manejo de pelota y por el ascendente entre los más chicos tiene que cargarse el equipo al hombro.
Por supuesto que tendrá que tener la ayuda de Cristian Tula, Claudio Morel Rodríguez, Federico Mancuello, Facundo Parra, Franco Razotti y el lesionado Hernán Fredes, entre otros. Si eso sucede, los más pibes, como Patricio Vidal, Matías Pisano (vino desde Chacarita) o Fabián Monserrat se van a motivar mucho más y van a empezar a rendir como merece Independiente.
En consecuencia, De Felippe debe rearmar a un grupo que no eligió y que viene muy golpeado por no poder ganar desde hace muchas semanas. Ya en la B Nacional , el 1-2 de la 1º fecha contra Brown de Adrogué (6) fue muy duro y la crisis se profundizó con los empates 0-0 ante Boca Unidos de Corrientes (3), 2-2 con Aldosivi (1) estando 2-0 arriba y el reciente 1-2 con Atlético.
Sí las cosas se tranquilizan, los resultados comenzarán a llegar solos. No obstante, los dirigentes tendrán que sostener este nuevo proyecto, porque la historia de Independiente no admite más fracasos. Si vuelven a tomar la decisión más fácil, que es echar a un técnico, el club seguirá en la B Nacional o continuará su descenso en la B Metropolitana. Y eso sería un golpe de knock out para un club como el “rojo”. En breve se sabrá como sigue esta historia…
Nicolás Souto
Fotos obtenidas de Google Imágenes
Nota: La nota fue escrita antes de jugarse ayer la 5º fecha de la B Nacional.
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