Un comienzo regular, hubo que ajustar "piezas" y acomodarse a la nueva categoría. Dos triunfos consecutivos le van devolviendo la confianza a un equipo que puede dar mucho más.
"El furgón de Villa Lynch", apodo heredado por UAI Urquiza del "viejo y querible" F.C.Urquiza, no comenzó de la mejor manera su primera participación en la Primera B metropolitana.
Era de esperar, tal vez, que la nueva categoría le pasara factura. En la B no se acostumbra a manejar tanto el balón (muy pocos equipos lo lograron), los errores que se cometen terminan costando muy caro y varios "peso pesados", por nombre e historia, necesitan puntos como el agua. Con este panorama, tanto UAI Urquiza como Fénix, primerizos en estas lides, tendrían que pagar "derecho de piso".
En las primeras fechas se pudo ver un esquema algo distinto al que este equipo venía mostrando en la C. En su debut apareció con un dibujo con una línea de cuatro bien definida, cuatro mediocampistas, una suerte de enganche o media punta encarnado en Javier Monzón, y un solo delantero bien definido. Según se iba dando el partido, comenzaban las variantes. Este esquema se repetía, incluso, con distintos jugadores.
En lo personal no me gusta mucho un planteo conservador, mucho menos jugando de local. Pero en el fútbol "cada técnico tiene su librito" y hay que respetarlo.
UAI tiene una muy buena base en el equipo que fue campeón, por amplio margen, en la C y se destacó siempre por ser el que mejor fútbol desplegó en el campo de juego. Aquí es dónde aparece mi interrogante: ¿Eran necesarios tantos refuerzos para este conjunto?. Puede ser; el torneo es muy largo y las lesiones, suspensiones, etc., te pueden complicar. Aunque me parecen muchos.
Si hay una buena base, como en este caso, tres o cuatro incorporaciones de experiencia en la categoría y los buenos juveniles que sabemos que hay, sería suficiente para intentar buscar el objetivo fundamental: Comenzar a asentarse en la divisional. Aunque no soy quién para juzgar decisiones institucionales o técnicas de un club que dio muestras de un buen manejo y los resultados lo avalan.
Me gusta el fútbol con la pelota contra el piso y su buena circulación; este equipo juega así. Salir jugando desde el fondo, arriesgando, también me gusta, pero si "las papas queman" o tengo que aguantar un resultado no dudaría en mandarla a la calle Cuenca o a las vías. UAI terminó perdiendo puntos importantes por esos errores que, decíamos, se pagan caro: Acassuso le empató en tiempo de descuento, Chicago le ganó a los 48´ del segundo tiempo y Villa Dálmine alcanzó la igualdad faltando pocos minutos para el final.
Luego de la derrota ante Chacarita, que dejó al "furgón" en zona roja, se pudieron observar algunos cambios.
No fue una buena presentación contra Deportivo Merlo, aunque comenzó a reflotarse el amor propio. Y esas variantes, tanto en juego como en nombres, comenzaron a dar sus frutos.
Empezó a encarrilarse la campaña. Llegó Almagro, un candidato, y se planteó un partido inteligente que terminó en victoria; la primera en la B. Visitó a Fénix en Pilar y, sobre la hora, cosechó otros tres puntos. Por sobre todos los análisis, se va recuperando la confianza, que siempre pesa a la hora de jugar un partido.
En estas nueve fechas, se obtuvieron 10 puntos, producto de 2 victorias, 4 empates y 3 derrotas.
Me gustaría que algunos jugadores tuvieran más minutos en cancha, pero no estoy en el día a día con el plantel como sí lo está Cristian Aldirico. Solamente él y sus colaboradores saben el por qué de la rotación casi constante de los jugadores.
Pese a las críticas y comentarios que pueda realizar en este espacio, el comienzo no es malo. A medida que se vayan "aceitando las piezas" y vaya creciendo la confianza en el equipo, los festejos se irán repitiendo y el "colchón de puntos" llegará.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: Fotos de Ascenso con Estilo y Dpto. de Prensa de UAI Urquiza.
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