EL LUMPEN DEL ARCO (PARTE FINAL)

En la primera parte vimos como este jugador de fútbol, arquero él, cayó en desgracia. Ahora llega la parte final de este cuento de José Galoppo.

EL LUMPEN DEL ARCO (PARTE FINAL)

(Nota: esta parte está inspirada en la historia de un arquero que me refirió Daniel Console, y los entrecomillados pertenecen a la traducción de "Redemption Song" de Bob Marley)

 "Viejos piratas me robaron
y me vendieron a algún mercader
minutos después me sacaron
del agujero mas cruel."

A pesar de haberse convertido en pastor, y de haber vuelto a su viejo barrio, Lihuel Clavijo seguía jugando por diversión en los campeonatos de Barrio Libertador. Y qué campeonatos!!! Se jugaban con equipos de los barrios aledaños, como Carcova, Lanzone, La Rana, Corea, Independencia, Costa Esperanza, etc.

                       Nuestro personaje en el campeonato del barrio

El Lichu todavía conservaba su estampa y sus reflejos en esos torneos de barrio. Un día, lo vio un hombre de su casi misma edad. Era Miguel Gauna, ex compañero suyo en Juventud Unida y, en ese momento, DT de J. J. Urquiza.

"pero mi mano es fuerte
de la mano del todo poderoso
somos una generación que avanza
por el triunfo"

Pocos días después, se encontraron en un supermercado del barrio...

GAUNA: - Bien Lichu, seguís siendo un arquerazo.
CLAVIJO: - Gracias por tus palabras, Miguelito.

                                     La cancha de J.J. , su nueva casa

GAUNA: - Estaba pensando..., ¿no te gustaría atajar en el Jota? Aunque seas suplente, podés aportar mucho...
CLAVIJO: - Para qué... ya no vale la pena...
GAUNA: -¿Cómo para qué, pelot...? Tenés mucho para dar todavía....
CLAVIJO: - Y de qué sirve?
GAUNA: - Mirá vos, che... no sabía que había un arquero maricón, cag*n... ¿dónde quedó el gato de Liberta? El pibe que atajaba en el barro... ¿Querés que te recuerden como un villero, como un falopero, como un chorro? Hacelo aunque sea por tu trayectoria, por tu dignidad, por vos mismo....

Las palabras de Gauna cayeron sobre Clavijo como vidrio molido. Clavijo miró el vidrio de la puerta, se vio a si mismo, y entonces decidió,,,

"me ayudas a cantar
estas canciones de libertad
es todo lo que siempre he tenido
canciones de libertad"

Y así, Lihuel volvió al arco, en la cueva de la calle Miramar y Primera Junta en Loma Hermosa. Era suplente del pibe Mambrino, pero se brindaba como el que más en las prácticas...

"liberados de la esclavitud mental
nadie mas que nosotros puede liberar nuestras mentes
no tengan miedo de la energía atómica.
por que nadie puede parar el tiempo."

                          Clavijo detiene el penal y pasa a la historia

Y llegó el día decisivo: la final con Victoriano Arenas. El Jota había ganado en Loma Hermosa, y había que ir hasta Alsina, cruzando el Riachuelo y doblando en la SIAM. En un partido difícil en el Saturnino Moure, Mambrino se lesionó y debió entrar Clavijo en el arco...

Y en el último minuto... penal para Arenas y sin rebote. La respiración se cortó, la escena se dibujaba en un fondo borroso. Estaban solos, el delantero Pasamonte (de Arenas) y Clavijo. Pasamonte acomodó la pelota, Lichu miró al cielo, Pasamonte pateó... y Clavijo aferró la pelota con sus dos manos, miró al cielo llorando, mientras pareció que se abría la luz y sus compañeros lo abrazaban y lo alzaban.
Alguna vez se dijo esta frase hecha: "No hay redención para los hombres duros". En este caso, la hubo...

"tenemos que cumplir el libro.
me ayudas a cantar
estas canciones de libertad?
es todo lo que siempre he tenido".

                                José Galoppo

Nota: Las fotos son solamente para ilustrar la nota y los personajes e historia son ficticios más allá de la existencia de algunas locaciones.