Por las deudas que
la AFA mantiene con las categorías del ascenso, los altos costos para esta
temporada y como el dinero no aparece por las prioridades que tiene la Comisión
Normalizadora de la AFA y el Gobierno Nacional las distintas categorías del
ascenso dijeron que no iniciarán sus campeonatos hasta que todo se normalice.
Los representantes de las cuatro categorías del ascenso, Daniel Ferreiro (vice de Nueva Chicago, de la Primera B Nacional),
Gabriel Fernández (presidente de la Primera B Metropolitana), Adrián Zaffaroni
(representante de la Primera C) y David Larrosa (vicepresidente de Atlas de la Primera D), fueron quienes en rueda de prensa no dudaron
en calificar que lo que está ocurriendo en el fútbol es “una situación terminal”.
“Resulta inviable comenzar los torneos y es
imposible iniciar la temporada. Todo el ascenso en su conjunto tiene esta postura. En estas condiciones no
va a comenzar ningún torneo de ascenso en la Argentina”, expresaron. Y agregaron “Necesitamos que nos paguen lo que nos
deben”. Recordemos que La AFA no les pagó los últimos tres meses de
ingresos por el Fútbol para Todos.
Es cierto que
existe una deuda más que importante para con los clubes del ascenso que deberá
ser pagada. También es cierto que hay un gran tinte de índole política en el
reclamo, ya que todos se habían subido al colectivo de la famosa superliga (por
el supuesto dinero que iban a recibir) pese a las diferencias que había entre
ellos. Muy pocos están de acuerdo con la designación de Armando Pérez al frente
de la Comisión Normalizadora porque dicen que “fue Macri el que lo puso y no la FIFA”. Estas últimas son palabas
del vicepresidente de Nueva Chicago, Daniel Ferreiro.
La historia era
sabida: Se quiso apurar al Gobierno para que destinara más dinero al fútbol y
no lo lograron. Es más, de los $3000 millones que pedían (todo el fútbol), hubo
un primer acuerdo en $2400, pero la realidad es que se les daría por el Fútbol
para Todos solamente $1800 millones, pesos más pesos menos. Todos creen que esta cifra
es insuficiente, pero apareció luego de que los dirigentes de clubes grandes de
Primera División amenazaran con romper el contrato porque una empresa extranjera
les daba más dinero por la TV. La superliga no es viable en la situación actual
y el Gobierno aprovechó la movida. Por ende, los “grandes” arrastraron a los
clubes del ascenso que van a percibir menos dinero del esperado. Y los funcionarios gubernamentales ven con buenos ojos la ruptura del contrato por parte de los clubes.
Para calmar los
ánimos se le ofreció a la AFA un adelanto de $300 millones, de los que
realmente llegarían solo $260 aproximadamente porque ya le aplicarían el
descuento por las deudas con el fisco. Desde mi punto de vista está bien,
porque deben pagar los impuestos como todo buen hijo de vecino. No obstante
ello, sí deben cobrar lo que AFA les debe.
Por otra parte
me pregunto el por qué ningún dirigente de nuestro fútbol de cualquier categoría,
y mucho más del ascenso, no tuvieron en cuenta que el fútbol se iba a parar por
tres meses teniendo en cuenta las copas que se jugaron y las vacaciones, que en las cuentas de la AFA no había un peso, y por qué no
ahorraron algo de lo que les pagaron en la primera mitad del año. Hay
instituciones que lo hicieron y hoy no se quejan tanto; y no son de las más
grandes de las divisiones del ascenso. Eso se llama organización y distribución
adecuada de los recursos propios.
La deuda que reclaman los clubes asciende a los $44
millones con la B Nacional, $20 millones con la B Metropolitana, $10 millones
con la Primera C y $1,5 millones con la Primera D, todo esto de los últimos
tres meses. También aspiran a que se les pague en término julio, se les asegure
1,5 millones de pesos por mes a cada club en los siguientes doce meses y que
cuestiones de seguridad, transporte y logística de los estadios se puedan
financiar. Es obvio que los últimos puntos tendrán que sentarse a negociarlos,
pero habría buena predisposición de las autoridades a aceptarlo si se comprometen
a cumplir con los pagos al Estado y mostrar sus estados de cuentas. Hay que
mencionar que casi todos los clubes del ascenso están más al día que los de
Primera División y tienen menos deudas.
Acompaño el reclamo del pago de la deuda que tiene la AFA
para con las instituciones del ascenso, pero me gustaría obtener de parte de los dirigentes
otras respuestas. Quisiera saber, por ejemplo, si van a administrar con
responsabilidad los recursos que reciban; si cuando tenga necesidad de ir al
baño en una cancha no me voy a caer en un pozo o salir todo mojado o, al menos, encontrar el baño habilitado, si voy a
tener la seguridad de no encontrarme con barras “trapitos” que me roban $100
por estacionar en la vía pública y si van a prohibirles en ingreso al estadio
cuando crean caos o se pelean por cuestiones ajenas al fútbol. También me
gustaría saber si van a enfrentar el menosprecio al que los clubes de
divisiones mayores, sobre todo de Primera, los someten al hacerlos jugar
cualquier día en la semana y en los horarios más extraños y si van a firmar
contratos terrenales con algunos jugadores que ganan más que un político
corrupto. Además, podrían esmerarse en conseguir otros recursos y no depender
del dinero que les den por un contrato hecho para los equipos grandes de
Primera que son los que se llevan la mayor parte del dinero. Y, por sobre todas las cosas, por qué se sometieron a los manejos y caprichos de Grondona primero y del anterior Gobierno luego sin esgrimir una sola queja.
Me gusta el fútbol de ascenso, veo partidos de todas las
divisiones desde hace más de 40 años. Lo defiendo contra viento y marea y lo
seguiré haciendo. Conocí muy buenos dirigentes que hasta hipotecaron bienes
propios en beneficio de sus instituciones y también conocí “mentirosos” que
prometían el oro y el moro y que se borraron cuando las papas quemaban. Admiro
a muchos jugadores, chicos y grandes, que juegan más por el amor a la camiseta
y al fútbol que por los pesos que puedan pagarles. Por el “olor a barrio”
quiero que el otrora “fútbol sabatino” comience sus campeonatos y pelee por sus
derechos. Pero que lo haga con armas limpias y en defensa de los derechos de
sus instituciones, no de inescrupulosos que lucran a través de ellas y
esperando dádivas o apretando funcionarios.
Señores dirigentes, les pido, humildemente, que comience
a rodar la pelota. Gracias.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: Las imágenes son propias y otras obtenidas de Google al solo efecto de ilustrar la nota.
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