El Ministerio de
Seguridad de la Nación presentó y envió al Congreso un nuevo proyecto de ley
para comenzar a terminar con las actividades de las barras bravas.
La Ministra Bullrich ya había intentado que se tratara un
proyecto similar, rechazado por el entonces oficialismo (FPV), y la Comisión
presidida por la verborrágica diputada K, Diana Conti, hizo lo mismo con otro
proyecto de ley presentado por el ex gobernador Daniel Scioli y algunos de sus
funcionarios. El denominador común era que “no hay que estigmatizar al barra”.
Demasiado para los oídos de quiénes escuchaban o para los ojos de los que leen.
¡¡¡“Estigmatizar al barra”!!!. De no creer.
Lo cierto es que a este nuevo proyecto se le agregaron
algunos puntos bastante interesantes para profundizar el delito que pueda
cometerse en espectáculos deportivos. Veamos algunos de ellos:
1) Aumenta las penas para todos los delitos en
espectáculos deportivos; además anula la posibilidad de cambiar cárcel por
probation.
2) Como delitos también se consideran los actos
intimidatorios o de violencia que se produzcan en cualquier momento, incluso en
entrenamientos (como ocurrió en varios clubes hace algunos meses).
3) El Gobierno se hace cargo de aplicar la prohibición de
concurrencia a aquellos que tengan causas pendientes o antecedentes y libera,
en cierta forma, a los clubes de hacerlo. Pero sí se les exige a los mismos
realizar las denuncias ante actos delictivos y colaborar si son socios de la
institución.
4) Aparece la figura de “Barra Arrepentido”. En este caso
se le aplicarían penas menores si colabora o denuncia a quienes cometan delitos
o sean los ideólogos de los mismos. También si dan información sobre quién o
quiénes los mantienen económicamente o les brindan “inmunidad”.
5) También se encuentran tipificados como delitos y pone
penas de prisión efectiva para los “trapitos” que exijan dinero y para los que
revenden entradas falsas.
Son buenos puntos dentro de un proyecto de gran utilidad
para que la gente pueda volver a las canchas y disfrutar tranquilos del
espectáculo. La pelota está rodando y el Gobierno, a través del Ministerio de
Seguridad, dio el primer puntapié.
Esperamos que muchos legisladores, algunos con probados
vínculos con barras bravas de distintos clubes, hagan lo que tienen que hacer,
es decir cuidar a la población y al espectador en un estadio, y no “cajoneen”
el proyecto.
También esperamos que la policía (tanto la bonaerense,
como la federal o de cualquier provincia) no libere zonas, no quiera “mantener
cajas extras”, y cumplan con su trabajo cuando se los llame para detener a un
“trapito coimero” y no le pida después su comisión. Políticos y fuerzas del
orden deben trabajar para que los ciudadanos podamos disfrutar del espectáculo
del fútbol y deben combatir a los barras, no cuidarlos o defenderlos.
Si hay verdadera voluntad política para comenzar a
erradicar definitivamente a estos delincuentes disfrazados de hinchas, acá
tienen un inicio. Todo se puede mejorar; háganlo. Pero traten este tema para
ponerles fin a estos tipos.
Claro que si alguno está “sucio” lo más probable es que
no se presente a sesión o trate de no aparecer para que “sus amigos barras” no
lo vean. Tienen miedo.
Señores Legisladores, es hora de demostrarle a la
sociedad argentina que fueron electos para cuidar los intereses comunes. La
seguridad en un espectáculo deportivo es uno de ellos. No duerman el proyecto
por algunas dádivas. Lo mismo va para los dirigentes de muchos clubes que les
dan dinero, viajes y puestos políticos en la comisión directiva o puestos en el
club.
¡Basta!. Anímense a meterlos preso.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: Las fotos fueron obtenidas en Google.
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