Nuestro camino recorrido.....

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Tres de Febrero, Prov. Buenos Aires, Argentina
Nacimos hace 32 años por la pasión que nos unió con el fútbol de ascenso. Fue un largo camino recorrido donde no todas fueron buenas, pero le hicimos frente a las adversidades y seguimos en el aire. En nuestro espacio vas a encontar a todos los que comparten esta extraña pasión pero no verás jamás a aquellos "personajes" que se creen dueños de instituciones y utilizan métodos antisociales para creerse importantes ni a sus "padrinos", que los usan para determinados fines y luego no saben como manejarlos. Para aquellos que lejos están del "glamour" de la primera división y del dinero de "fútbol para todos"; para aquellos clubes pobres de corazón grande; para los que semana tras semana dejan cosas suyas para seguir sanamente los colores de su alma y para todos los que se identifican con el "viejo fútbol de los sábados"......Sí, para ellos, va dedicado nuestro programa radial y, ahora, nuestro blog. Gracias.

domingo, 25 de julio de 2021

HOMENAJE: EL GORDO CARMELO

 EL GORDO CARMELO

(por Norberto Chab)

La historia del fútbol es un poco injusta con el Gordo Carmelo. Había irrumpido en los sesenta como un pionero en técnicas de marketing infrecuentes en esos años: era histriónico y locuaz; elegía a qué periodistas darles determinada información; tenía fama de sacapartidos y de tribunero; conocía las noches y las sobremesas, los vestuarios y los botiquines, los jugadores contrarios y los dirigentes tramposos. 

En una palabra, era el candidato ideal para cada equipo chico que estaba flojo de puntos cuando llegaba la segunda mitad del campeonato y acechaba el descenso. Porque el Gordo Carmelo era un milagrero: los caídos en desgracia juraban que equipo que tocaba, equipo que conservaba la categoría. 

Él se ufanaba de una estadística hecha a su medida que aseguraba que jamás había conocido la afrenta de un descenso. Más aún: en menos de quince años se dio el lujo de salir campeón y ascender a primera división a tres equipos chicos diferentes. Fueron Deportivo Español, Ferro y Unión de Santa Fe. Ahí están los números que no me dejan mentir. Durante ese lapso dirigió no menos de diez equipos diferentes que requerían sus servicios cada vez que las papas quemaban. Él se ponía la presión al hombro, sobrellevaba las puteadas de los hinchas rivales, les daba una buena inyección motivadora a los suyos y con esa siembra se dedicaba después a cosechar puntos.

Pero a él no le cambió nada. Siguió siendo el mismo Gordo Carmelo pintoresco, campechano y entrañable. El que tenía un puesto de verduras en el Abasto (después sería el Mercado Central), un Alfa Romeo rojo y una esposa rubia, bellísima y delgada, varios años menor que él. El que solía decir que la vida le había concedido el don de multiplicar los panes y los peces: “todos los días salgo de casa con diez mil pesos en el bolsillo y vuelvo con once mil”, comentaba, como modelo del self made man de rioba que había cursado su maestría en la Universidad de la Calle.

Pero así era el Gordo Carmelo, impune y enigmático, un chico grande e inseguro, apasionado por el fútbol, cultor de las sobremesas interminables y de los partidos del ascenso, defensor de los jugadores sin nombre y de los equipos sin gloria.

La historia del fútbol, que nunca lo reivindicó, perdió a uno de sus personajes más queribles, aunque cargara el sobrepeso de ser un DT cultor de una corriente que era conocida como antifútbol. Mentiras: era un hombre minucioso, que estudiaba rivales, que se ocupaba de los aspectos reglamentarios, que buscaba disciplina y orden. Un hombre sabio. Porque el Gordo Carmelo sabía mucho. Pero de esa sabiduría que no está en los libros.

                            José Galoppo

Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.

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