Dijo una vez Carlos Cavagnaro que la clave del fútbol era el 1.259, o sea un buen arquero, un buen zaguero central, un buen centrojás y un buen centrodelantero.
El Estudiantes de Trigilli tuvo esa clave: Balbiano, Bravo, Pafundi y Ugarte.
Valga esta introducción para hablar de uno de ellos, un hombre que fue un héroe anónimo del ascenso, pero que se ganó, y en buena ley, un lugar en la memoria de una hinchada.
Antonio Carlos Balbiano, más conocido como "el Flaco", nació el 19 de junio de 1956 en Chacabuco, ciudad situada a 212 kilómetros de Buenos Aires, destacada por su producción de maíz y por ser la una de, entre otros, de Daniel Passarella, de los músicos Raúl Garello y Chupete Consoli y de los automovilistas Luis Minervino, Roberto Urretavizcaya y Francisco Espinosa.
Luego de empezar jugando de arquero en su ciudad natal, llegó a Huracán en 1976, donde tuvo que coincidir con Héctor Roganti y Héctor Baley y ser suplente de ellos.
Sin embargo, al año siguiente quedaría en la historia de Estudiantes. En efecto, llegó a Caseros en condición de préstamo en 1977. Debía compartir el arco con otro grande del ascenso, el "Gato" Salvador Daniele.
Sin embargo, cuando debió optar, Ricardo Trigilli decidió elegir al joven, longilíneo y barbado chacabuquense.
Y el Flaco se convirtió en una de las figuras del pincha campeón de la B, siendo titular en todos los partidos, respondiendo siempre, y llegando a tener 537 minutos sin recibir goles en contra.
En 1978 volvió a Huracán, donde compartió el arco con Jesús Borzi. Pasó luego por Talleres de Remedios de Escalada y Deportivo Morón, para terminar su carrera en su ciudad natal.
Hoy, ya alejado del fútbol, dirigió a algunos equipos de la Liga Saltense de Fútbol (como Alumni) y trabaja con micros escolares en Salto. Y puede decirse que, de haber nacido 30 años después, hubiera sido llamado a la selección o jugaría en Europa.
Salvando las distancias, tenía un estilo parecido al de Sergio Chiquito Romero.
En cualquier caso, bien vale este homenaje para uno de los héroes del 77, que supo ganarse el afecto de la hinchada blanquinegra.
José Galoppo
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