Claro que si esos actos los cometiera solamente la barra estaría dentro de lo normal, pero si los dirigentes, allegados a la Comisión Directiva y a los jugadores son los actores principales en este caso.....La solución no está cerca.
En otra curiosidad más que nos regala nuestro fútbol, los allegados al equipo de Isidro Casanova dieron la nota en cancha del Deportivo Morón. Mientras el plantel del "Gallo" daba la vuelta olímpica, por el campeonato y ascenso logrados dos fechas atrás, los dirigentes y allegados de Almirante
Brown, su clásico rival, se pusieron de espaldas, como estando en otra.
Si bien
el gesto no cayó para nada bien en los locales, y en la gente del fútbol en general, se lo tomó como algo más del "folclore del fútbol argentino". La gente de Morón no hizo caso a esta provocación y siguió alentando, festejando y cantando por el campeonato. Los de Alte. Brown
realizaron un gesto que se podría tildar de antideportivo y generador de violencia, pero por suerte todo terminó allí.
Antonio Argento, presidente de Alte. Brown justificó el comportamiento diciendo que "a nadie le gusta que le refrieguen en la cara un título su principales rivales". Sí, es verdad. Si ese festejo del Deportivo Morón hubiese sido en el Fragata Sarmiento podría coincidir con Argento, pero si lo hicieron en su propia casa luego de ganar el título hay que respetarlo.
Si no querés aplaudir al rival de toda la vida no lo hagas; lo que sí tenés que hacer, y en la casa del otro, es respetarlo.
Esta actitud incita a la violencia también. Si los dirigentes por momentos se convierten en barras y hacen cosas como estas, ¿por qué después piden ayuda cuando los barras les copan la parada en sus clubes?.
Hay un dicho que dice "los ángeles no tienen espaldas". Pero dudo que sea el caso de los hinchas de Almirante Brown.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.
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