A
la memoria de Ramón Armando Cabrero Muñiz (1947 - 2017)
El pasado 1 de noviembre se recibió la noticia del fallecimiento de Ramón Cabrero. Una pérdida que enluta al fútbol argentino. Este es un humilde reconocimiento a un "laburante" del fútbol argentino.
Ramón Armando
Cabrero Muñiz, o
simplemente Ramonín, fue más que un jugador y un técnico. Fue un inmigrante del
fútbol y un maestro en la cancha y en la vida.
Nacido en
Santander, España, llegó a la Argentina con sus padres a los 4 años y se radicó
en Lanús. Allí se hizo jugador debutando en el granate en 1968. Luego pasó a
Newells, y regresó a su país natal a jugar en el Atlético de Madrid, Elche y
Mallorca.
Regresó en 1976
a la Argentina, y terminó su carrera en Independiente de Rivadavia de
Mendoza.
Podría decirse
que su vida tuvo muchas paradojas, tal vez las paradojas que a Galeano le faltó
escribir: siendo español de nacimiento, fue el técnico que en su debut en el
banco, llevó a Sportivo Italiano, al ACIA, a primera en 1986.
Siendo más un
técnico de inferiores, supo dirigir la primera división y llevar a Lanús a su
primer campeonato.
A pesar de haber
jugado en España, y dirigido en Colombia, nunca quiso dejar la ciudad que él
adoptó como su patria chica.
Y, cruel
paradoja del destino, se fue de este mundo el día que su amado granate llegaba
a lo más alto de su historia al ser finalista de América.
Vaya este
recuerdo a un grande del fútbol que supo trazar un rumbo y una filosofía de
vida que continuaron Luis Zubeldía, Guillermo Barros Schelotto y Jorge Almirón,
sus sucesores en el banco granate.
Como diría un
imaginario hincha azzurro: "Arrivederci Ramonino, non ti
dimenticamo mai".
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