A la memoria de Héctor Daniel López (21-4-1950 / 13-4-2022)
Tenía
la envergadura de un oso, la fiereza de un bulldog y la fuerza de un tanque.
Supo brillar en el ascenso con sus goles en Cañuelas, Los Andes, Temperley,
Quilmes, Talleres, Huracán, Central Norte y el fútbol colombiano. Como técnico
llevó al club de su ciudad a la C con el equipo del Gato Cándido, la Vieja
Moreno y Julio García.
Aquí
pongo palabras de otro grande para despedirlo:
“Una vez poco antes de convertirse en
entrenador de la Primera de Fútbol de Cañuelas, lo crucé frente a mi casa y me
adelantó lo que de algún modo fue su satisfacción más plena como hincha:
parangonó a aquellos años de la D con las selecciones argentinas previas a
Menotti y me dijo que cuando le dieran la posibilidad le iba dar al
equipo el profesionalismo que le faltaba para ascender por primera vez a la C. Lo
cumplió en toda su dimensión, transformando aquel virtuosismo de las
formaciones del Gallego González en una bala de plata. Allí se mostró de otra
forma. Llevaba el ejemplo de una conducta deportiva incomparable y abrió el
abanico de una personalidad extrovertida, fascinante, lunática, cabulera, que
hicieron singular su andar como DT.”
“Una crónica justa debería decir que está en Jujuy, junto a sus hijas, cuidado, mimado, querido, ayudado para no perder fuerza, ni hidratación, ni la cadena de las medicaciones que debe tomar. Pero también podría decirse que está en otra parte, en otra galaxia, colgado del alambrado del tiempo gritando un gol de triunfo, habitando aquel mundo que cabía en una pelota de goma y en el que sin pudor comenzamos a amarlo. A veces se necesitan demasiadas palabras para decir ´Te quiero´. Te quiero Mi Daniel, te quiero para siempre”. (Daniel Roncoli)
Hasta siempre “Oso”. El ascenso nunca te olvidará.
José Galoppo
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.
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