*(Título inspirado en el de una novela de Graham Greene)*
Seguramente
dentro del fútbol, si hay alguien que en teoría es impasible es el árbitro,
porque es el que controla todo cuanto ocurre dentro de la cancha y, a veces, lo
que pasa alrededor cuando se producen ciertas circunstancias.
Teherán, 1977. Poco antes de la revolución islámica, la selección iraní acariciaba su sueño de llegar al mundial de Argentina y debía jugar un match decisivo con Kuwait. El estadio Azadi estaba repleto, con más de 100000 personas. En medio del partido, se produjeron avalanchas en la tribuna y se desató el pánico y la tensión. Solo una persona estaba impasible en la cancha: el árbitro del partido, considerado uno de los mejores de entonces, el galés Clive Thomas.
Resistencia, 1989. En medio de la hiperinflación, Chaco For Ever acariciaba su sueño de llegar a la primera división de Argentina y debía jugar un match decisivo con Lanús. El estadio Gigante de la Avenida estaba repleto. En medio del partido, se produjeron avalanchas en la tribuna, cedió el alambrado y se desató el pánico y la tensión.
Solo una persona estaba impasible en la cancha: el árbitro del partido, considerado uno de los mejores de entonces, el argentino Juan Carlos Lousteau.
José Galoppo
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google para ilustrar la nota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario