De
todos es sabido que los británicos llevaron el fútbol por todo el mundo a
través de los mares, pero en realidad fue traído a las islas por los
legionarios romanos cuando estos dominaron Europa y el Mediterráneo.
Y ya en la edad media era un fenómeno popular a punto tal que en 1314, el rey Eduardo II condenaba al fútbol por alborotar la vida de los pueblos y ser un juego estúpido y de ninguna utilidad. En otros edictos, los reyes Eduardo III, Enrique IV y Enrique V lo condenaban en iguales términos. Sin embargo, la pasión por el fútbol se incentivó.
Y
de esto puede dar fe el gran William Shakespeare, el hombre que revolucionó el
teatro en los tiempos de Isabel I e introdujo, como en todas sus obras, usos y
costumbres de su época. Por ejemplo, en la "Comedia
de los errores", un personaje dice: "Ruedo para vos de tal manera... ¿Me habeís tomado por pelota
de fútbol? Vos me pateais hacia allá, y él me patea hacia acá. Si he de durar
en este servicio, debeís forrarme de cuero..." (haciendo alusión de
que, como la pelota, era manejado por todos lados).
Y en otra de sus obras cumbres, "Rey Lear", el conde de Kent dice un insulto de la época, que hoy se repite en muchas canchas de muchas gargantas pero con un léxico muchísimo menos culto: "Tu, ¡despreciable jugador de fútbol!"
José Galoppo
Nota: Fuente: "El fútbol a sol y sombra", de Eduardo Galeano. Las imágenes son para ilustrar la nota y fueron obtenidas de Google.
excelente Josi
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