Independiente de Avellaneda descendió por primera vez en
su rica historia y eso fue un golpe muy duro para todos sus hinchas. No
obstante, como el fútbol siempre da revancha, en breve comenzará a jugar la B
Nacional para tratar de volver a la máxima categoría. Será un camino muy
difícil, pero los dirigidos por Miguel Brindisi parten como uno de los
candidatos naturales al campeonato. El tiempo dirá si el “rojo” podrá reverdecer
viejos laureles. Análisis de las causas que generaron este presente del “rojo” e
información sobre los refuerzos.
El
fútbol argentino vivió grandes acontecimientos en los últimos años, aunque la
mayor parte de ellos no fueron por títulos internacionales o por haber mejorado
con respecto a la técnica, la táctica o la estrategia. Por el contrario, las
noticias que más sobresalieron fueron las referidas a la violencia de los
barrabravas y a la inoperancia de la A.F.A. y sus dirigentes.
Casi
como acompañando este duro presente, se puede afirmar que los “cinco
tradicionales grandes” se codearon muy poco con las victorias en las últimas
temporadas. Sí, esos equipos que supieron ganar todo durante décadas, hoy en día
no pueden salir de la mediocridad.
Los
descensos de River Plate (2011) e Independiente (2013) como puntos principales,
más las promociones que Racing (2007) y San Lorenzo (2012) jugaron para no
descender, representan un cambio en la historia de este deporte en el país. El
único que hasta ahora se ha salvado es Boca Juniors, que a pesar de ser dirigido
por Carlos Bianchi transita por un período nefasto, si de nivel de juego se
trata.
La
verdad es que el fútbol de este país se encuentra en uno de los peores momentos
de su historia y no hay señales de que la cosa cambie en el corto y mediano
plazo. Casi todos los partidos (En cualquier categoría) son aburridos a más no
poder y los equipos que intentan tratar bien a la pelota se pueden contar con
los dedos de una mano.
Sin
embargo, siempre hay esperanzas de que la cosa cambie. El tiempo no puede
devolver lo que se fue, pero sí permite ilusionarse con que todo pueda ir mejor.
Con Vélez Sársfield, Lanús y ahora Newell´s Old Boys como ejemplos a seguir, los
dirigentes de los “cinco grandes” deberían tomar nota de lo hecho por los
equipos más chicos y dejar los egos y las mezquindades de
lado…
Metiéndonos en el club que más nos interesa en esta nota,
la realidad indica que Independiente descendió en la anteúltima fecha del Torneo
Final 2013. Aunque, en verdad, su descenso comenzó tres años antes. En la
primera parte estuvo Julio Comparada, quien además de dejar millones de deudas
destiló incompetencia, corrupción y soberbia por todos sus poros. La segunda
parte le corresponde a Javier Cantero, quien a pesar de diferenciarse de su
antecesor y luchar contra los barras nunca supo levantar el barco que se estaba
hundiendo. Ambas dirigencias contrataron a jugadores del montón, mezclados con
algunas figuras que nunca mostraron un buen nivel y con pibes que no pudieron
hacer valer su hambre de gloria.
Las
dos Comisiones Directivas son responsables de este momento del “rojo” y nunca
podrán borrarse ese karma. La diferencia es que la que comanda Cantero aún tiene
trabajo por delante: regresar al equipo a Primera lo más rápido posible.
A la
vez, los entrenadores que pasaron por el “diablo” en los últimos campeonatos
también cargan con la responsabilidad correspondiente: Daniel Garnero, Antonio
Mohamed, Ramón Díaz, Cristian Díaz, Rubén Gallego (Acepto dirigir a
Independiente en un momento crítico y se fue sin pena ni gloria) y Miguel Ángel
Brindisi. Con relación a éste último, se debe decir que es el menos responsable
de los seis. Por eso es que como una muestra de reconocimiento por tomar el
equipo en un momento tan complicado, será el entrenador que guiará los destinos
del equipo en la B Nacional. El resto del actual cuerpo técnico lo integran:
Carlos Squeo (Ayudante de campo), Rubén López y Nazareno Brindisi (Preparadores
físicos) y Miguel Santoro (Entrenador de arqueros).
Pasando a los jugadores, hay que decir que la lista de
los que se fueron es extensa: Hilario Navarro, Eduardo Tuzzio (Se retiró),
Adrián Gabbarini, Fabián Vargas (Inhibió al club por falta de pago y coqueteó
con pasar a Racing), Osmar Ferreira, Jonathan Santana, Leonel Galeano, Ernesto
Farías y Luciano Leguizamón, entre otros. Ninguno de los anteriores logró ser
desequilibrante a la hora de los partidos importantes y rápidamente serán
olvidados por los hinchas del conjunto de Avellaneda.
Mientras tanto, los refuerzos que llegaron hasta ahora no
son muchos y tampoco parecen ser los indicados para tratar de devolver a
Independiente a los primeros planos: Martín Zapata, Reinaldo Alderete, Franco
Razzotti (Mediocampistas), Cristian Menéndez y Sebastián Penco (Delanteros). Al
mismo tiempo, retornaron de sus préstamos dos volantes más: Walter Busse e Iván
Pérez.
Por
otro lado, el club está en tratativas para traer a Matías Pisano, el
mediocampista ofensivo de Chacarita, quien posee una interesante proyección por
los costados. Se habla de que el “rojo” podría adquirir el 50% del jugador. A su
vez, en la delantera podría haber otro refuerzo y la disputa se centra en Franco
Niell o Maximiliano Núñez.
De
esta forma, y aunque falta bastante para completar el plantel, Brindisi tendría
los elementos para comenzar a armar el equipo de cara a la primera fecha, cuando
Independiente enfrente a Brown de Adrogué. Es cierto que la B Nacional es un
torneo distinto a la Primera, pero el nivel de exigencia es igual o
mayor.
Los
próximos días será el tiempo de los amistosos y ahí se podrá empezar a conocer
cual es el nivel del “rojo”. Los referentes como Daniel Montenegro, Cristian
Tula o Claudio Morel Rodríguez deberán ponerse el equipo al hombro y ser el
ejemplo a seguir por el resto. También se podrá saber cual será el arquero, ya
que Fabián Assmann y Diego Rodríguez son los que pugnan por el puesto. El resto
acompañara y los pibes como Patricio Vidal, Juan Manuel Trejo y Fabián
Montserrat tendrán la oportunidad de demostrar que pueden ser
titulares.
En
fin, es una obviedad que la presencia de los de Avellaneda concentra (y
concentrará) toda la atención, al igual que ocurrió con River hace dos años.
Será vital que los jugadores, el cuerpo técnico, los dirigentes y los hinchas
tiren todos para el mismo lado. De esa forma se evitarán problemas y el regreso
a la A estará más cerca.
Independiente se encuentra ante uno de los desafíos más
importantes de toda su historia y el final que sufrió hace poco puede ser el
principio de algo bueno. Quizás el destino tenga reservadas nuevas
glorias…
Nicolás Souto
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