FÚTBOL Y LIBROS: UNA PLUMA EN ASCENSO
"Si me das a elegir, prefiero ver el fútbol del interior, del ascenso o un partido del barrio de pibes" (Declaraciones de Eduardo Quintana al Diario La Provincia, de San Juan).
Cuando el fútbol y la literatura se dan la mano, pueden
concebir obras entrañables. Y algunas de esas obras entrañables las hizo una
verdadera pluma iluminada y exquisita como pocas.
Se llama Eduardo
Quintana, un verdadero poeta del balompié en general y del ascenso en
particular.
Como él mismo lo expresa, su obra "tiene tres patas fundamentales: el culto a la amistad, la pasión
por el barrio y el amor que uno tiene por el fútbol. Creo que en el final del
camino se juntan porque el fútbol se juega entre amigos y en el barrio. El
arraigo barrial es importantísimo para todos así como la amistad entre los
amigos de la infancia. Lo único que no ha cambiado en el fútbol es la pelota
que identifica la tapa del libro".
Y esos valores (barrio, fútbol, identidad y amistad) los
plasma en sus libros: Pasiones de
pibe; De fútbol y barrio y Con la ilusión en ascenso (vol. 1 y 2,
prólogo de Alejandro Fabbri).
Dijo de él Alejandro Apo: "Eduardo Quintana nos invita a jugar un partido de barrio con los
amigos, con la propuesta que es para mí un llamado de la infancia; yo me
relaciono con el ingeniero Andrés Pinto, mi amigo de toda la vida. Moti, es el
hombre que siempre está conmigo, mi amigo de todos los tiempos y él, todos los
días, cuando lo escucho, cuando me llama o cuando vamos a comer, siempre tengo
la impresión que me va a invitar a jugar. Donde juegan "Los Mellizos
Martínez”, donde está "Doña Nieves”, la curandera del barrio, donde está
el querible "Manco Ávalos” o el "Mudo Sarlenga”, donde están
los personajes del café, donde Eduardo Quintana puede mezclar con facilidad el
barrio y el mundo”.
José Galoppo
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