La primera transmisión futbolística de radio en la Argentina se produjo
en 1924, en Sportivo Barracas, durante el amistoso de Argentina y Uruguay de
agasajo a los campeones olímpicos y que patentó el gol homónimo.
Pero quien puede ser considerado, y con justicia, el precursor del
relato deportivo en nuestro país fue un uruguayo, criado en Santa Fe, llamado
Joaquín Carballo Serantes (1905-1989), que se hizo famoso con el seudónimo de
Fioravanti.
Después de iniciarse en el oficio en su ciudad adoptiva, llegó a Buenos Aires donde comenzó en el periodismo gráfico, y no tardó en llegar a la radio, concretamente a AM 1070 Radio el Mundo.
John Stuart Mill escribió que el estilo es el hombre. Y el "estilo Fioravanti" o si se
quiere el "sello Fioravanti"
puede sintetizarse así:
- Inventó
las conexiones en la transmisión, en una época de tecnología precaria sin
redes sociales ni telefonía móvil, para informar al instante lo que
sucedía en otras canchas, y que el locutor Rafael Díaz Gallardo
inmortalizó con una frase que luego se hizo popular: "Atento
Fioravanti!!!".
- Su
estilo narrativo era académico, pulcro, prolijo y rico en matices
idiomáticas. Como un profesor de Literatura ante un micrófono, le sacaba
le jugo al idioma, y lograba que los lunes los alumnos le preguntaran a
las maestras por las palabras que escuchaban.
- Además
de relatar, podía comentar la jugada al instante pese a que tuvo
compañeros de lujo como Borocotó, Horacio Beso, Damián Cané, Enzo Ardigó y
Alfredo Aróstegui.
Con ese estilo, fue el rey del relato deportivo argentino entre las
décadas de 1930 y 1960, e inmortalizó goles de Bernabé Ferreyra, Severino
Varela, Vicente de la Mata, Ernesto Grillo e incluso el penal que Roma le atajó
a Delem.
Su declinación comenzó a la par del ascenso de José María Muñoz, quien
lo elogiaba profundamente y heredó de algún modo su reinado en los kilohertz.
Se retiró de la radio en 1972, y murió a los 84 años en 1989 pero queda
el recuerdo de quien fue para muchos un precursos, para otros un adelantado,
para muchos otros un académico, para otros tantos un narrador, pero para todos
fue el más grande.
José Galoppo
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.
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