Algunas tardes, en la platea del Beranger, se suele ver a un señor de anteojos, pelo largo y canoso, de camisa descolorida, tratando de calmar a un plateísta iracundo con jugadores, técnicos y/o árbitros. No come choripanes y solo bebe jugos en los estadios.

Moraleja: "A menudo somos tan idealistas, que nos golpeamos muy fuerte al chocar contra el muro que impone la realidad".

                           José Galoppo

Nota: Las imágenes no se condicen con la realidad.