Independiente de Avellaneda sigue sin poder adaptarse a 
la Primera B Nacional y, como consecuencia de eso, los cuestionamientos 
comenzaron a hacerse sentir. Tras la derrota inicial con Brown de Adrogué (1-2), 
se esperaba que el equipo de Miguel Ángel Brindisi lograra una victoria, pero 
solo pudo empatar 0-0 con Boca Unidos de Corrientes y 2-2 con Aldosivi de Mar 
del Plata. Los próximos días serán vitales para saber hacia donde va el 
“rojo”.
Muchas 
veces hemos hablado de que el fútbol argentino ya no es lo que era y que, en los 
tiempos que corren, cualquiera le puede ganar a cualquiera. Del mismo modo, hace 
rato que los tres puntos no se obtienen (sólo) con el color de la camiseta. Y 
sino que le pregunten a River Plate o al mismísimo Independiente, por nombrar a 
dos de los clubes importantes que cayeron en desgracia los últimos 
años.
En el 
caso del equipo de Avellaneda (Dos puntos), por ahora la realidad viene tan dura 
como un bloque de cemento. Es que los dirigidos por Brindisi empezaron con el 
pié izquierdo el torneo y hasta ahora no dieron muestras de haber mejorado con 
relación a la Primera División. La B Nacional es un campeonato cada vez más 
complicado y el hecho de que ahora tenga 42 fechas le agrega más pimienta al 
asunto.
El 
“rojo” inició su periplo ante Brown de Adrogué (3), el interesante equipo de 
Pablo Vicó que venía de ganar la promoción de la B Metropolitana ante Almagro. 
Poco importó que el “rey de copas” fuera local en el “Libertadores de América”, 
ya que el conjunto del sur le dio una muestra de orden y le ganó por 2-1. Martín 
Fabro y Matías Sproat marcaron los tantos del “tricolor”, mientras que Daniel 
Montenegro puso el empate parcial de penal.
La 
historia continuó en la provincia de Corrientes, ante Boca Unidos (2). 
Independiente mantuvo un nivel apático y apenas pudo igualar sin goles contra un 
equipo que tampoco hizo mucho para ganar. Es cierto que la expulsión de Reinaldo 
Alderete, por un codazo inentendible a los 22 minutos de juego, fue 
determinante. No obstante, eso no quita que los de Avellaneda fueron a ver que 
pasaba al litoral y nunca demostraron tener ansias de triunfo.
La 3º 
fecha también se disputó en la cancha ubicada en las intersecciones de las 
calles Adolfo Alsina y Ricardo Bochini, el último sábado a la tarde. El rival 
fue Aldosivi (1), un equipo que venía de dos derrotas y que debe sumar varios 
puntos para no correr el riesgo de descender.
El 
inicio del partido fue ideal para los conducidos por Brindisi, pues a pesar de 
no merecerlo ya ganaban por 2- 0 a los 15 minutos de juego. Primero Federico 
Mancuello y luego Montenegro, tras un penal bastante dudoso que cobró Mauro 
Giannini, le daban un aire muy necesario a Brindisi, Javier Cantero y compañía. 
Sí hasta los jugadores se fueron a abrazar al Dt, tras el segundo gol, como 
muestra de que tenían que brindarle su apoyo a la vista de 
todos.
Pero 
Independiente pareciera que estuviera endiablado, porque en el complemento 
decayó y el rival comenzó a inquietar. A los ocho minutos Damián Martínez le 
rompió el arco a Fabián Assmann, con un remate de media vuelta, y a los 21´ fue 
Ángel Vildozo el que puso cifras definitivas. El “rojo” pudo haberlo ganado 
sobre el final, con un tiro libre de Montenegro que pegó en el palo. Aunque, la 
cosa estaba sentenciada y los insultos hacia los jugadores y dirigentes no se 
hicieron esperar.
Habrá 
que ver que es lo que ocurre en la próxima jornada, cuando el “rey de copas” 
visite a Atlético de Tucumán. A simple vista se puede observar que el margen de 
error de Brindisi y los jugadores se va acortando, pese a que sólo han 
transcurrido tres fechas. Y, también es cierto que los cuestionamientos crecerán 
a medida que no se pueda mejorar el nivel. 
Por su 
parte, Cantero necesita un milagro para que el club mejore en lo institucional, 
más allá de que naufraga en soledad contra todos los frentes: barrabravas, 
oposición, etcétera.
En 
fin, Independiente no ha logrado adaptarse a la B Nacional hasta el momento. Y, 
sí bien es duro este presente, porque el equipo está en los últimos puestos de 
la tabla, se debe apoyar el proyecto que comanda el entrenador. Nada es fácil en 
la vida, y menos en la B Nacional , pero ya hubo casos de equipos que comenzaron 
mal y después pudieron campeonar y obtener el ascenso: Rosario Central por 
ejemplo, en la temporada que terminó hace apenas unos meses. 
Por 
ende, como aún restan 39 fechas, nada está perdido. Independiente es un grande 
que hoy está en apuros y dependerá de los siempre denostados resultados para 
volver a ser lo que alguna vez fue…
                                Nicolás Souto
Fotos de Infierno Rojo y Google.





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