WALTER
BERARDI: EL HIJO DEL TRUENO (UN NOMBRE HECHO BANDERA)
(Nota aclaratoria: hoy la pluma se une con la memoria, y
el resultado son estas líneas)
Su nombre es pronunciado con afecto y admiración en San
Miguel, Polvorines, Grand Bourg, Tortuguitas y Pablo Nogués.
Es bandera y peña, y está presente en el templo del
Trueno Verde.
Y a veces no se lo llama por su nombre de pila, sino
cariñosamente por su apodo: Tati.
Y estamos hablando de Walter Javier Berardi, el
Tati, una leyenda del ascenso.
Nacido en Buenos Aires el 2-1-1971. Debutó en 1988 con 17
años en Juventud Unida, donde permaneció hasta 1994. Ese año pasó a San Miguel,
donde se proyectó como un aguerrido defensor y se convirtió en un mito en
Polvorines.
Fue parte del ascenso al Nacional en 1997 venciendo la
final a Dock Sud, y aunque no llevara la cinta de capitán (que sí la tenía su
socio en la zaga, Miguel Taberna), él fue el caudillo y el único del plantel de
Cachín Blanco que jugó los 40 partidos entre el campeonato y el reducido.
Salvo un paréntesis en Cañuelas en 2003-04, el Tati
siguió siendo fiel al Trueno y tuvo una despedida digna: el 25-6-2005, el
Trueno le ganó la final de la promoción a Liniers por 4-1 y Berardi fue
despedido en andas por sus hinchas y compañeros. Ese día dijo adiós al fútbol a
los 34 años.
Jugó en total 451 partidos. 126 en Juventud, 290 en San
Miguel (el que más veces vistió la camiseta) y 31 en Cañuelas. Solo marcó 15
goles, porque era especialista en evitarlos en vezde hacerlos.
Pero su leyenda se mantiene viva, no solo en la peña que
lleva su nombre, sino también en el complejo Malvinas Argentinas su nombre está
en banderas y paredes. Porque hablar de San Miguel es hablar del Tati
Berardi.
POSDATA:
EL TATI EN SUS PROPIAS PALABRAS:
“Es una alegría muy grande para mí. Todo lo que hacemos en el club lo hacemos con amor, defendiendo la camiseta del club. Trabajamos con la peña para lograr el vestuario, un gimnasio para las inferiores”.
“Es una alegría muy grande para mí. Todo lo que hacemos en el club lo hacemos con amor, defendiendo la camiseta del club. Trabajamos con la peña para lograr el vestuario, un gimnasio para las inferiores”.
"Los que queremos al club estamos haciendo cosas
posibles para salir de este mal momento”.
“Por el amor que le tengo a San Miguel no puedo aceptar,
me va a salir el hincha. Técnico no, pero presidente me encantaría”.
POSDATA 2:
Los datos de este artículo se los debo y agradezco a
quien es un memorioso del ascenso y un gran amigo: Víctor Isray. Sin
su aporte no se podría haber realizado estas líneas, porque también son su
obra.
José Galoppo
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.
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