ALEJANDRO
SEMENEWICZ: “EL POLAQUITO”
Fue uno de los héroes del ascenso que triunfó en primera
división y lo ganó todo.
Fue uno de los héroes del ascenso que llegó a ser
seleccionado nacional.
Tenía un apellido impronunciable, y no tenía tal vez el
juego de Bochini y Bertoni, pero supo ser el patrón de la defensa y el
mediocampo del Independiente multicampeón de los 70.
Se trata de Alejandro
Estanislao Semenewicz, “el Polaco”.
Nació en Llavallol el 1-6-1949, en una familia de
inmigrantes polacos. Se inició en Deportivo Morón, y fue parte del Gallito que
llegó a primera en 1968 junto a Valentín Bargas, Luis Gigliani y Carlos Pinasco
entre otros.
Luego de haber tenido un rendimiento aceptable en 1969 a
pesar del descenso, llegó a Independiente en 1970 mientras hacía la colimba, y
supo ser un socio de lujo de Santoro, Pavoni, Bochini y Bertoni, sin ser un
jugador virtuoso y técnico ponía garra y corazón. Ganó dos campeonatos
metropolitanos, 4 libertadores, 1 intercontinental y 2 interamericanas con los
rojos de Avellaneda.
Pasó en 1977, llevado por Zubeldía, a Nacional de
Medellín. Regresó en 1979 en Cipolleti, y luego a Platense y cerró su ciclo de
jugador en Morón, que lo vio nacer, en 1982.
Podríamos definir al Polaco de muchas maneras, pero
quiero cerrar este recuerdo con unas líneas escritas por el gran Osvaldo
Ardizzone en EL GRÁFICO en 1973:
Y SEGUIRÁ SIENDO
EL MISMO…
...como aquel “Polaco” que siempre estuvo en el equipo del barrio... Aquel del mechón rubio, de los ojos claros, del aire ingenuo y sincera nobleza en las actitudes tímidas... Ese que al cabo concluyó por ganarse la simpatía y el afecto de todos, hasta del grupo más selecto de la barra. Porque alentaba la oculta vocación para la hazaña, porque, como aquel anónimo héroe del maestro Last Reason, siguió siendo igual que antes de enarbolar agresivamente el taburete, cuando le estalló en la sangre su rebelión de manso... Esa que circula en las venas de Alejandro, esa que le tributa a Independiente, de un grupo sanguíneo que responde al nombre de Semenewicz...
...como aquel “Polaco” que siempre estuvo en el equipo del barrio... Aquel del mechón rubio, de los ojos claros, del aire ingenuo y sincera nobleza en las actitudes tímidas... Ese que al cabo concluyó por ganarse la simpatía y el afecto de todos, hasta del grupo más selecto de la barra. Porque alentaba la oculta vocación para la hazaña, porque, como aquel anónimo héroe del maestro Last Reason, siguió siendo igual que antes de enarbolar agresivamente el taburete, cuando le estalló en la sangre su rebelión de manso... Esa que circula en las venas de Alejandro, esa que le tributa a Independiente, de un grupo sanguíneo que responde al nombre de Semenewicz...
José Galoppo
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.
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