Está nota está dedicada a la memoria de Luis Geronimo “Peludo”
Gigliani 1944-2018. Legendario jugador de Morón, Defensores, Flandria,
Comunicaciones, Almagro y el fútbol colombiano. 285 partidos y 85 goles.
Campeón con el “gallo” y el “dragón”. Las líneas que siguen son de Daniel Console.
José Galoppo
Lo vi por primera vez en las canchas en 1976, cuando ya tenía 30 años edad y muchos campos agrestes recorridos.
El Peludo tiene su lugar merecido en esta sección, por sus dotes de jugador y aguerrido luchador y por qué no decirlo, por el camino de la vida que eligió… pero eso lo cuento al final.
Se inició futbolísticamente en Deportivo Morón y con apenas 16 años debutó en Primera (1960), para hacerlo durante nueve temporadas, logrando el máximo halago de los moronenses en su historial al obtener el ascenso a Primera A en 1968, única ocasión en la que anduvo por la máxima categoría, teniendo como compañeros a Moreyra, Semenewicz, Ricardo Aráuz, el Tano Ricci y Oscar Tomás López, entre otros.
Después recaló en Comunicacionesdonde jugó un campeonato, para pasar luego a Defensores de Belgrano y actuar junto al Ratón Leonardi, la Chancha Busti y el Loco Houseman (el director técnico era Rodolfo César Chitti). De allí, pese a tener ofrecimientos para ir a Colombia, fichó para Flandria , donde le sirvió pases a Carlos Dantón Seppaquercia y luego dos años en Almagro (1975 y 1976), compartiendo goles con el Lele Luciano Martín Figueroa, consagrándose como goleador de la B con 24 tantos. Finalmente, ante la insistencia, viajó a Colombia para fichar por el Tolima, donde se juntó con otros argentinos como Oscar Antonio Pocho Pianetti, Rubén Flotta, el arquero Giorgetti y el marplatense Sancisi. Regresó a Almagroal año siguiente y marcó muchos goles. Cuando ya tenía pensado retirarse, a los 36 años, firmó para Deportivo Merlo, lo que significó su última temporada como futbolista activo.
Y lo que es el destino travieso. Frente a la situación que se le presentó ante un hijo que se le había descarriado en la vida, pasó de tener una visión y una imagen distinta de un jugador que se hacía respetar. Desde 1992 y hasta la actualidad, predica la palabra de Dios, siendo cristiano evangélico obrero a cargo de un anexo, transmitiendo el mensaje religioso a la gente… como supo transmitir el inigualable grito de gol a las hinchadas de los equipos en los que jugó.
El PeludoGigliani, de guapo a angelical personaje del fútbol..
El Peludo tiene su lugar merecido en esta sección, por sus dotes de jugador y aguerrido luchador y por qué no decirlo, por el camino de la vida que eligió… pero eso lo cuento al final.
Daniel Console
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google. Gracias.
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