Todo debía ser una fiesta, después de dos meses, la pelota volvía a rodar en Mataderos y con un equipo comprometido con la permanencia en la Primera Nacional, las miradas iban a estar puestas en lo que pasara en el campo de juego cuando Chicago reciba a Temperley. Pero todo fue a la inversa. ¿Y las armas blancas de dónde salieron?; ¿fracasó la seguridad en el cacheo previo o hubo arreglos para que pasaran las armas?. ¿Qué papel tiene el club?, ¿Y la seguridad privada y de la ciudad?. Muchos interrogantes que, como siempre, va a ser difícil investigar. Lo cierto es que al Ministerio Público le avisaron un par de horas después cuando todo, incluso el partido, había terminado.
Todo pintaba para un buen partido de
fútbol con mucho en juego para el equipo de De Paoli, pero apenas comenzado el
encuentro, la violencia se robó los titulares de los diarios una vez más en
nuestro fútbol. La interna de la barra del Torito recrudeció en la previa al
partido y siguió en las tribunas. Se sabía que esto iba a pasar por informes previos
pero nadie avisó a las autoridades. Los que están detenidos no fueron apresados
en el estadio sino en el hospital donde habían concurrido por diferentes
lesiones.
Lo cierto es que se allanó el estadio
horas después, se secuestraron banderas y elementos de la barra, y se escuchó
la palabra de algunos actuales dirigentes y otros ex dirigentes como es el caso
de Daniel Ferreiro. El actual vocero del presidente de AFA manifestó que “Hace
2 años y 3 meses que termino mi gestión. No soy dirigente, pero la violencia en
el fútbol así no tiene solución, seguirá pasando irremediablemente, como en el
pasado y como en el futuro. Los organismos de seguridad hacen lo que pueden, la
policía hace lo que puede, la CD hace lo que puede, la justicia hace lo que
puede. Esto es el voluntariado de se hace lo que se puede. Es hora que el
congreso dicte leyes con conocimiento de causa, resguardando a todos los
actores que intentan llevar adelante un partido de fútbol. De los hechos de
violencia.. tienen absoluta responsabilidad los violentos. El problema se repite
y seguirá así. En mi gestión se hizo todo lo que los organismos de seguridad
nos pidieron, pero son las leyes y la interpretación de las mismas lo que
falla. Más allá de derechos de admisión, hoy no se puede hacer nada. Un
violento es tal cuando realiza un acto violento, no antes, los dirigentes
debemos garantizar la seguridad de todos los espectadores como fiadores
solidarios a todos los asistentes a la cancha por igual y no tenemos poder de
policía ni de justicia, alguna vez se deberán sentar en una mesa todos los
actores involucrados para que estos hechos no ocurran, y no debe ser con fines
recaudatorios para ver cuánto más recursos pone el club, debe ser con ánimo de
resolver el problema y no patear con un parche la pelota hacia adelante, mientras
tanto, la violencia en el fútbol goza de buena salud....”
Sus palabras siguieron, pero algo hay
que rescatar: que de una vez por todas, y no solo con el tema Nueva Chicago
sino con todos, se tomen las medidas necesarias y se sancione como corresponde.
De lo contrario, y de acuerdo con Ferreiro, “la violencia en el fútbol goza de buena salud”.
Ascenso con Estilo
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.
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