ESE TIPO TAN
PARTICULAR
Pablo Vicó festejó
su segundo ascenso como entrenador de Brown de Adrogué. Pero esta vez la
emoción le ganó a la celebración, y el DT se quebró frente a las cámaras cuando la prensa lo iba a buscar. Ocurre que en el mes de febrero, su hijo Cristian perdió la vida en
un accidente cuando dos delincuentes escapaban de la policía en
un vehículo robado e impactaron de lleno sobre su camioneta.
"No
puedo hablar. Esto es para mi hijo", atinó a pronunciar Vicó en medio del llanto y los abrazos de sus
allegados. En su conmovedor relato, explicó: "Pasé un año horrible y la
familia está pasando un momento muy
difícil. Mañana voy hablar. Pido disculpas". Luego, con un poco
más de calma, señaló: "Fue un final de película. Ahora quiero
festejar en Adrogué y mañana voy a poder analizar un poco más todo. A García -que
fue suplente y marcó el gol en el final- le dije que se quedara tranquilo, que iba
a entrar igual".
El técnico de
Brown es un referente de la institución de Adrogué. Hace más de 15 años vive en
el club, comenzó siendo cuidador de la concentración, pasó a ser encargado del cuidado y alquiler de las canchas de tenis, luego empezó a trabajar en el fútbol infantil y en las divisiones inferiores hasta que terminó siendo el DT de la Primera en
2009.
Desde que
asumió, no soltó el cargo y los resultados están a la vista: En la temporada
2012/2013 terminó 5° en el campeonato de la B, ganó el reducido y ascendió por
primera vez al Nacional B. Este año, se quedó con el segundo título en la
historia del club, y volvió a la segunda categoría del fútbol argentino. Vicó,
con su historia de vida tan particular, logró a fuerza de resultados, y de mostrarse tal cual es, convertirse en una de las figuras más importantes de la historia de Brown y del
ascenso argentino.
Los hinchas de Morón aplaudieron y saludaron
a Vicó y al equipo campeón.
Una
situación muy particular se vivió al finalizar el partido. Cuando todo el
plantel de Brown festejaba en el vestuario y la parcialidad local ya terminaba
de desconcentrarse del estadio, Vicó se acercó a la popular junto a la mascota,
el gallo de Morón, y mantuvo un diálogo con los hinchas, que lo felicitaron.
Luego, lo saludaron y lo despidieron con aplausos. Esto tendría que ser moneda
corriente, pero nos sorprendemos cuando sucede porque casi no se ve en nuestro
fútbol.
Bien
por la gente de Morón que despidió al equipo campeón con aplausos y luego a su
DT. Felicitaciones a ellos también.
Darío Schonfeld
para Ascenso con Estilo
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