Comentamos en una
entrada anterior el problema económico de los clubes del ascenso que hubiese
derivado en una posible huelga el fin de semana pasado. Cuando les giraron el
dinero que les correspondía, se les descontó las deudas que tenían y algunos
quedaron debiendo más dinero del que les tocaba recibir.
Se pudo solucionar, al
menos transitoriamente, con una “vaquita” que hicieron los clubes de Primera
aunque varios de ellos (lamentablemente los más grandes) aceptaron de muy mala
gana. Lo cierto es que esto, todavía, no se firmó porque Segura está de viaje y
no se presentaron todos los dirigentes, lo que pone un alerta más en el otrora
fútbol sabatino. Además, los nuevos encargados de finanzas, Lammens y Angelici,
aun siguen revisando los números de la casa del fútbol y encuentran más deudas
que pesos en los cajones que antes solo podía abrir Grondona.
Ahora bien, ¿Cuál es el
motivo por el que a los clubes del ascenso le descuentan lo que deben (no está
mal si quieren sanear sus arcas y las deudas hay que pagarlas) y no a los de
Primera?. Ocurre que, si esto sucediera, muchos no tendrían ni para comprar
pelotas para el partido.
La deuda global que los
clubes afiliados tienen con la AFA está rondando los $1000 millones. Sí, es la
cifra que leyó. Por otra parte, la famosa “cueva” que cambiaba los cheques de
AFA y se quedaba con el vuelto y entregaba un retorno, ya no está “atendiendo”
a sus buenos y necesitados clientes porque está en observación por los
organismos del Estado competentes. Ahora hay que pasar por los bancos y ahí se
blanquea y registra todo movimiento.
Pero más allá de las
deudas de clubes –después daremos algunas cifras y porcentajes- aparecieron
seis cuentas bancarias que utilizaba la Casa del Fútbol, de las cuales
solamente dos se pueden usar, otra registra un rojo de varios millones de pesos
y las restantes están bloqueadas hasta su regularización. No es muy alentador
el panorama.
La auditoría interna que encabezan los presidentes de San
Lorenzo y Boca arrojó un déficit de $290 millones, que la AFA no tiene, deudas
que se acercan a los $40 millones a proveedores, e irregularidades en el predio
de Ezeiza (no le pagaron la nafta a la estación de servicio para las cortadoras
de césped ni a los que proveen alimentos para los jugadores juveniles que están
en el predio). Ni el diariero se salvó ya que le deben $20,000 por los
ejemplares de los últimos meses. Ni que hablar de los montos de tarjetas de
crédito de AFA usadas por dirigentes en las que se encontraron gastos
personales cubiertos por las mismas. Tampoco están al día los balances de las
instituciones que debe presentarse y el detalle de gastos de los dineros
recibidos desde Fútbol para Todos solicitado por el Gobierno Nacional.
Nada les está saliendo como pretenden.
Hablemos de los
clubes. La mayoría de los clubes del fútbol argentino tienen una abultada deuda
con la AFA, ya sea por derechos televisivos, quiebras, fideicomisos o
créditos. Varios solicitan préstamos que luego les cuesta pagar.
Dentro de esos
clubes deudores, Independiente es el que más debe, con $106 millones aproximadamente. El Rojo
incrementó su deuda con respecto al balance del 2014, en un 60%. Lo sigue
Banfield, con poco más de $80 millones, Argentinos, el club del presidente
Segura, con $73 millones, y Quilmes con casi $60 millones.
Pero no todas
son malas porque algunas instituciones fueron capaces de reducir la deuda, como
River, en un 53%, Velez, con un 50%, San Lorenzo en un 25% y Gimnasia un
19%. Otras tienen pasivos y deudas manejables. Y, aunque cueste creerlo,
los más ordenados, aunque con deudas, son los del ascenso; y son los más
golpeados a la hora de repartir dinero fresco.
Si a todo esto
le sumamos la auditoría que se lleva a cabo desde el año pasado por orden de la
Jueza María Servini de Cubría por el destino y manejo del dinero de Fútbol para
Todos entre el 2009 y el 2013, más la imputación de dirigentes por el FIFAgate
y lo que aun pueden decir los detenidos por el FBI al respecto, en la AFA no se
respira un aire de tranquilidad precisamente.
La Asociación
del Fútbol Argentino, por su morosidad y sus deudas, se ganó bien el mote que
un amigo del interior le puso: “Gaucho ingrato y desagradecido”, porque “se olvidó
del pago”.
Alfredo Nicolás Armiento
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