Esta
nota está dedicada a Domingo Galoppo, mi padre
Quiero empezar esta nota con un
recuerdo de mi infancia. Eran los días de México 86, del esplendor de Maradona
y compañía que se encaminaban a ganar la copa del mundo. En aquellos días, una
noche yo escuchaba con mi viejo por la radio una finalísima que se definió por
penales...
En una nueva versión de David y Goliat,
se medían por un cupo en primera división el histórico Huracán de Parque
Patricios, y el Deportivo Italiano, que 31 años antes había nacido para juntar
a tantos inmigrantes en el país como el entrañable ACIA.
El conjunto azzurro había logrado el
segundo puesto en el Apertura de Primera B, que le dio la chance de jugar el
Octogonal por un lugar en primera con otros siete clubes más Huracán. Jugó en
total 25 encuentros, ganó 9, empató 13 y perdió 3, marcó 41 goles y recibió 24.
Llegaron las finales ante Huracán,
primero ganó el ACIA, luego el Globo y entonces debieron jugar a cara o cruz en
el Amalfitani. Y tras empatar 2-2 llegó el turno de los penales tras 120
minutos. Y allí surgió la figura de un joven de Ciudad Jardín que era
estudiante de medicina: Alejandro Lanari, quien atajó el penal decisivo a
Bottari.
Aquel equipo era dirigido, paradoja del
fútbol, por un joven de 39 años que había nacido... en Santander (España), y
había llegado a Buenos Aires a los 4 añitos, llamado Ramón Armando Cabrero
Muñiz. Y estos fueron los héroes: Alejandro Fabio Lanari, Miguel
Angel Gasparoni, Miguel Tomas Bianculli, Daniel Díaz, Manuel Pereyra, Juan
Albariño, Claudio Lázaro Milozzi, Gustavo Fabián Maciel, Aldo Ariel Murillo,
Pablo Antonio Gioffre, Marcos Alberto Capocetti, Alfredo Gómez, Juan Carlos
Kopriva, Víctor Hugo Alvarez, Héctor Oscar Rivoira, Daniel Aparicio Godoy,
Miguel Horacio Robles, Víctor Alejandro Lucero, Adrián Fabio Álvarez, Carlos
Rubén Salas, Eduardo Daniel Sthelik y Marcos Benítez. En su gran
mayoría nombres de prestigio en el ascenso.
Su equipo base: Lanari;
Gioffre, Bianculli, Díaz, Albariño; Rivoira, Capocetti, Gómez; Salas, Godoy y
Lucero. Capocetti y Gioffre tuvieron asistencia perfecta, y Lucero, Godoy y
Rivoira marcaron el 50% de los goles.
Quisiera cerrar este recuerdo con
palabras del periodista azzurro Alejandro Bianco:
"El
comienzo fue sensacional. Este equipo formado de atrás para adelante, que
mezclaba experiencia con juventud, goleaba, ganaba y gustaba. A pesar de dos
pasos en falso ante Defensa y Justicia y Defensores, el plantel no perdió la
calma. Llegó la recuperación volviendo a mostrar un fútbol brillante. Desde la
seguridad de Lanari, Palito Díaz y Bianculli, pasando por Gioffre, Albariño en
las franjas laterales, por mediocampistas de creación pero también de
sacrificio como Capocetti, el Nene Gómez, Pereyra, Hugo Álvarez y la
efectividad en al delantera de Salas, Godoy y Lucero, este Deportivo Italiano
se fue convirtiendo en el rival más temido por todos. Nadie olvidará la fiesta
en Rosario, donde una verdadera caravana acompañó al equipo sabiendo que estos
jugadores le iban a dar una gran alegría".
José Galoppo
No hay comentarios:
Publicar un comentario