“Todo espectáculo deportivo que se vea interrumpido porque son arrojados proyectiles desde las tribunas, impacten o no en los protagonistas, deberá ser momentáneamente suspendido hasta que las condiciones sean las adecuadas para continuarlo. En caso de reiterancia o de no poder reanudarse se dará por suspendido definitivamente pasando su resolución y penas y/o sanciones que correspondan al Tribunal de Disciplina de AFA”.
Algo así expresa uno de los tantos artículos e incisos de algún reglamento
de los emitidos, vaya a saber en qué año y/o época, por la Asociación
del Fútbol Argentino. Reglamentos, muchos de ellos, escritos con la mano y
borrados con el codo, otros cajoneados y los más comentados para llenarles el
oído a aquellos que buscan respuestas a los problemas que tiene, y son muchos
aunque no lo crea, nuestro fútbol. Sí señor, nuestro fútbol, nuestro amado
deporte está enfermo y solo ese remedio que se llama “Copa del Mundo Ganada”
hecha un manto de tranquilidad y hace parecer que todo está bien. Pero no lo
está.
Fecha tras fecha de los diversos campeonatos o de cualquier otra
competencia que incluya al fútbol nos deja una página policial y que provoca
vergüenza ajena. Esta vez fue en el encuentro que se disputaba en cancha de
Arsenal, por la Copa Argentina, Tigre y Chacarita. Y ya comenzó mal la cosa
porque hubo cambio de estadio un par de días antes (iba a ser en Morón y
terminó en Sarandí) y la Aprevide prohibió la presencia del público de
Chacarita por lo que había pasado en la primera fecha (un muerto entre sus
parciales). Y se jugó el primer tiempo sin problemas. En los primeros minutos
del segundo Tigre logró ponerse en ventaja y poco después uno de sus hinchas
–los únicos presentes en el estadio Julio Grondona- arrojó una botella de litro
y medio, con hielo y agua (según comentarios) a un grupo de jugadores que
discutían con el árbitro por la expulsión de un jugador del matador de
Victoria.
Todo está registrado por las cámaras del canal encargado de la televisación
y todo se vio claramente. Primero cae un pequeño proyectil, Brandán (jugador
del Funebrero) se da vuelta, va hacia el grupo y se ve como la botella le pega
de lleno en el rostro. Todo ocurrió en segundos y finalmente el partido se suspendió. Pero
mucha sorpresa causó lo que se dijo después: “Brandán va a cabecear la botella;
él va hacia ella”. Sí, lo dijo el “Pipo” Gorosito, DT de Tigre, hombre con años
en esto, y después lo quiso corregir diciendo “Yo no dije eso, dije que miren
los videos, que parece extraño todo, y que estas cosas no pueden pasar más”.
Sea como fuere el mal está hecho.
También debo decir que me llamó la atención que los directivos de Chacarita
y el mismo jugador no realizaran la denuncia inmeditamente y solo hubo
actuación de oficio por lo que al idiota inadaptado que arrojó ese proyectil,
llamado Axel Iván Genes, luego de detenerlo y tomarle declaración, lo tuvieron
que liberar. Muchas cosas raras, pero el proyectil cayó y debe haber sanciones
sí o sí o ya esto es una joda total. Ah!!, Tigre anunció que ese socio será
expulsado de por vida del club (o al menos hasta que esto se olvide).
Como mencioné, lo que más me llamó la atención son la palabras de Pipo
Gorosito y de dirigentes de uno y otro club. Nadie reparó en esa medida
reglamentaria por la que se debe suspender el partido si caen proyectiles y
poco y nada dijeron de la salud del jugador; apenas Brian Aleman dijo que lo
principal era que Brandán estuviese bien. El resto, bien gracias. Todo pasa al
Tribunal de Disciplina de AFA al que me cuesta llamarlo “honorable”, al igual
que al Congreso Nacional o a los Concejos Deliberantes de los municipios,
porque cada regla o sanción que emiten dejan más dudas y un tufillo difícil de
entender.
Pero no fue lo único. La semana comenzó con un paseo en micros de hinchas
(o pseudohinchas y delincuentes) de Laferrere con armas de fuego y hasta con una
ametralladora. ¿A dónde iban? A la cancha señores. Si bien se comenta que un
fiscal actuó de oficio en La Matanza, los muchachos mostraron una total
impunidad por las calles, mostrando su arsenal personal frente a los
habitantes comunes y corrientes, a los comerciantes, a los laburantes y, lo que
duele más, frente a policías. Éstos ni se mosquearon, como diría la nona.
Seguimos enfermos, nos coparon los inadaptados sociales, que van ganando la batalla, que se escudan y protegen bajo los colores de un club y son apañados por muchos que no dan la cara o la tienen de piedra. Paremos la mano, por el bien de todos.
Alfredo Nicolás Armiento
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.
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