Nuestro camino recorrido.....

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Tres de Febrero, Prov. Buenos Aires, Argentina
Nacimos hace 32 años por la pasión que nos unió con el fútbol de ascenso. Fue un largo camino recorrido donde no todas fueron buenas, pero le hicimos frente a las adversidades y seguimos en el aire. En nuestro espacio vas a encontar a todos los que comparten esta extraña pasión pero no verás jamás a aquellos "personajes" que se creen dueños de instituciones y utilizan métodos antisociales para creerse importantes ni a sus "padrinos", que los usan para determinados fines y luego no saben como manejarlos. Para aquellos que lejos están del "glamour" de la primera división y del dinero de "fútbol para todos"; para aquellos clubes pobres de corazón grande; para los que semana tras semana dejan cosas suyas para seguir sanamente los colores de su alma y para todos los que se identifican con el "viejo fútbol de los sábados"......Sí, para ellos, va dedicado nuestro programa radial y, ahora, nuestro blog. Gracias.

domingo, 4 de febrero de 2024

UN SUPERHÉROE DEL FÚTBOL

(Dedicado a mi abuelo, que como buen racinguista disfrutó verlo jugar)

Seguramente si Homero Simpson fuera hincha de Racing diría: "¿Corbatta era Oreste Osmar? Y yo le decía Orestes Omar", y se agarraría la cabeza. Más allá de la humorística referencia, si hubiera que definir al gran Oreste Corbatta (también conocido como Cusa, el Loco, o Arlequín), podríamos decir que fue una mezcla de wing y dibujito animado, porque era desfachatado e impredecible, con la picardía del Pato Lucas, la velocidad de Speedy González y los poderes mágicos de cualquier superhéroe. 

El pibe que nació en Daireaux, al oeste de Buenos Aires, que creció en La Plata y comenzó a jugar al fútbol en Juverlandia de Chascomús, se consagró en Racing con su juego impredecible en la raya derecha, haciendo las delicias de su hinchada y de la contraria. Así, se convirtió en ídolo albiceleste, ganando dos campeonatos y llegando a la selección nacional, donde su gol a Chile en 1957 mereció la portada de la revista "Time", definiendo frente al arquero trasandino Quitral, y ante la mirada del Mono Zárate y del Beto Menéndez. 

Sin embargo, a veces el superhéroe devenía en una suerte de Garrik del fútbol, que bajo la máscara alegre ocultaba una profunda tristeza y melancolía, la cual lo llevaría a los excesos y a arruinarse a sí mismo. 

De Racing pasó a Boca, donde tuvo de compañeros a Antonio Roma, Antonio Rattin y Ángel Rojas entre otros, y ganó dos torneos más. Luego fue a Colombia, y se convirtió en ídolo de Independiente Medellín junto a Perfecto Rodríguez y Omar Devani, pero allí comenzó a desbarrancar su vida.

Como muchos jugadores, sus últimos destellos los desplegó en el ascenso, en San Telmo, donde a pesar de jugar solo una temporada se ganó el cariño del pueblo candombero junto a Pandolfi y Monteleone. 

Y como muchos otros, cerró su vida deportiva en las ligas regionales, concretamente en Río Negro. Murió hace 32 años, solo y olvidado por el mundo del fútbol, pero aún sigue vivo en la retina, el corazón y la memoria de aquellos que tuvieron la inmensa fortuna de verlo jugar. 

                 José Galoppo

Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google.

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