Otra vez, como lo mencionamos varias veces: “Si no se sufre,
Argentina no puede ganar un campeonato”. Y así fue. No se sufrió tanto en lo
futbolístico porque quedó demostrado que Argentina fue superior a Francia en lo
que respecta al juego pero padeció los embates finales y esos nos hicieron
sufrir. Ni que decir de la definición por penales en la que una vez más se vió
el temple que los jugadores tuvieron a lo largo de todo el campeonato. Eso y su
esfuerzo, el mérito para estar siempre en competencia, el trabajo de equipo
demostrado en cada momento y el perfil bajo y la humildad dieron sus frutos. Y
pensar que hubo alguno que dijo de los méritos, el trabajo constante y fuerte
no sirven de nada. Esta vez sí sirvieron –como todo en la vida- y ARGENTINA ES
CAMPEÓN MUNDIAL.
Un partido que comenzó parejo y poco a poco se fue volcando
para el lado argentino por el juego desplegado, la presión ejercida sobre el
rival y que llevó a terminar ganando 2-0 ese primer tiempo. Por momentos fue
paliza –en términos futboleros- al campeón del mundo. El técnico Deschamps
mostraba preocupación y eso lo llevó a hacer dos cambios en los primeros 45
minutos. Argentina ganaba y soñaba en grande.
En el complemento las acciones siguieron así, con Argentina
manejando los tiempos y la pelota y Francia desconcertada. Hasta esos minutos
fatales con un penal que Mbappé convirtió para descontar y, a los pocos
minutos, otra corrida del 10 francés que le gana a Otamendi para sentenciar a
Martinez y poner el 2-2 que llevaba la final al alargue. Injusto, sí; pero así
es el fútbol.
En el alargue Argentina fue el que tomó la iniciativa,
demostró que quería ganar el mundial. Francia esperó, casi no inquietó a la
defensa argentina y era cuestión de esperar. Recién en el segundo tiempo
complementario, a poco de iniciado, una excelente jugada hizo que Messi tomara
el rebote y venciera a Lloris por más que un defensor devolviera la pelota que
ya había traspasado la línea de gol. Y otra vez a sufrir por una pelota que da
en el brazo de Montiel que se convirtió en penal y en el 3-3 del partido. A los
penales.
En la tanda de la definición más injusta de un mundial, los
argentinos no fallaron: Messi, Dybala, Paredes y Montiel. Mbappé acertó pero el
“Dibu” leyó muy bien el remate de Coman y detuvo el tiro. Se respiraba
nuevamente. El tercer penal francés se fue desviado por acción del roce en la
mano de Martinez y fue Montiel con una tranquilidad tremenda de veterano quien
superó la estirada del arquero y puso el 4-2 final en los penales para el
tercer título mundial de la Selección Argentina.
A disfrutar argentinos, a tomar el ejemplo de esta selección que superó adversidades y habladurías y, finalmente, Argentina terminó siendo un justo campeón en Qatar 2022.
Ascenso con Estilo
Nota: Las fotos fueron obtenidas de Google para ilustrar la nota.
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